Las turbinas de las centrales hidroeléctricas de la provincia de Zamora, gestionadas por Iberdrola y Endesa respectivamente, llevan un año de más que moderada generación por la falta de agua derivada de la persistente sequía, que ha mantenido los embalses en unos niveles mínimos y, en casos, hasta con dificultades para el mantenimiento del curso fluvial ecológico.

La producción hidroeléctrica de la Iberdrola en Zamora ha sido de 681 megavatios hora (GWH), cuando el pasado año en el mismo periodo de tiempo, al 31 de octubre, el dato reflejaba una producción de 2.580 GWH. Es solo un 26,3% la cosecha de kilovatios extraída, respecto al 2016, desde los saltos hidroeléctricos que la sociedad presidida por Ignacio Sánchez Galán tiene implantados en el Tera, Esla y Duero, y que, junto con los salmantinos, constituye uno de los complejos de producción hidroeléctrica sobresalientes del país.

Por lo que toca a Endesa, que explota las concesiones de la Alta Sanabria, al día de hoy las satisfacciones son un poco más positivas, pero la producción "está al 40 % de un año medio y al 50 % del año pasado" según informan desde la propia sociedad. En concreto, la producción de las turbinas del embalse de Porto en lo que va de enero a finales de noviembre ha sido de 11.9 gigavatios hora, cuando el pasado año fue de 27,3 GWh, y en un año medio de 21,5; y la producción del salto de Moncabril, con la central en Ribadelago, se cifra en 45,3 GWh, cuando en este año 2016 fue de 111,5 y en un año normal es de 86,7 GWh.

Las centrales hidroeléctricas de Iberdrola han tenido una producción hidroeléctrica anual acumulada, en la región, hasta el pasado 31 de octubre de 3.275 GWh cuando en el anterior ejercicio alcanzó la cifra de 8.773 gigawatios, conforme a los datos aportados por la eléctrica.

Aunque la nieve está presente en las montañas del norte de la región los ríos y los embalses todavía se mantienen con unos caudales y unos niveles sorprendentemente bajo para las fechas que corren. Las fuertes heladas y la ausencia de precipitaciones no favorecen los deshielos y la recuperación de los pantanos.

En la jornada de ayer el embalse de Ricobayo, con una capacidad de 1.200 hectómetros cúbicos, contaba con solo 109,2 hectómetros (9,1%); Nuestra Señora de Agavanzal, con capacidad de 36 hectómetros cúbicos, ofrecía 27,8 (77,3%); Cernadilla sigue en unos niveles mínimos porque dispone de 24,7 hectómetros cúbicos (9,7%) cuando su capacidad es superior a los 255, según los datos registrados por la Confederación Hidrográfica del Duero. El embalse de Almendra, el mayor de Castilla y León con una capacidad de 2.648 hectómetros cúbicos, almacena en estas fechas 932,9 (35,2%). Los embalses de la sierra sanabresa están al mínimo, con un hectómetro cúbico Puente Porto, con capacidad de 23 hectómetros.