Después de muchos años de batalla y de compromisos postergados -ya en el año 2009 la Junta la consideró una "prioridad" esta vía-, parece que el arreglo de la carretera ZA-604 que une La Bóveda con Cañizal pasando por Fuentelapeña puede llegar a ser una realidad. Por el momento una empresa de Burgos está realizando el proyecto para entregarlo en el primer semestre de 2018. Y si los trámites siguen su cauce y no vuelve a haber trabas presupuestarias, "a principios de 2019 la obra saldría a licitación".

Es la información transmitida por el delegado territorial de la Junta, Alberto Castro, durante la reunión mantenida con el presidente de la Mancomunidad La Guareña, Ramón Romo, y los alcaldes de los tres pueblos afectados: La Bóveda (Francisco Benito), Fuentelapeña (Ángela Escribano) y Cañizal, Miguel Ángel Herrero.

Una intervención muy demandada por alcaldes y vecinos de la zona, cansados de reivindicar el arreglo de una carretera "intransitable" en palabras de la regidora de Fuentelapeña. Sumamente estrecha -a duras penas pueden cruzarse dos vehículos, y no digamos si son camiones- y con numerosos baches en un firme muy desgastado, la vía es un suplicio para los conductores de los pueblos afectados y otros del entorno para acortar las distancias, tanto hacia Zamora y Toro, en el caso de los que vienen de Cañizal y Fuentelapeña, como para enlazar hacia Madrid por la carretera Zamora-Segovia, o con la autovía a Salamanca.

De acuerdo con la información facilitada por el delegado de la Junta, está prevista una intervención integral en la carretera, con el ensanchamiento de la misma, para lo cual se iniciará el preceptivo proceso de expropiaciones de terrenos. Alberto Castro ratificó que la vía autonómica ZA-604 "es una prioridad para la Junta de Castilla y León".