El Ayuntamiento de Fermoselle salda de una forma completa y definitiva la deuda que mantenía pendiente con los afectados por el Plan del Área de Rehabilitación Integral (ARI) de viviendas emplazadas en el casco histórico de la villa, al que se acogieron para mejorar la estética urbana.

El Equipo de Gobierno muestra satisfacción por lograr quitar del medio una deuda, que arrastraba desde el año 2011, y que ascendía a un total de 352.000 euros. Tanto el alcalde, el popular Alejandro Fermoselle, como el resto del Equipo de Gobierno municipal expresan "su más sincera gratitud a todos los afectados por su paciencia y el haber confiado en su palabra, no así como otros, que prefieren recurrir a la vía judicial".

El Plan fue sacado adelante mediante un convenio suscrito entre el Ministerio de la Vivienda, la Junta de Castilla y León, y el Ayuntamiento de Fermoselle el 17 de mayo de 2007 para la rehabilitación de 123 viviendas de un área que comprendía la Plaza Mayor y el casco histórico. El alcalde del municipio era entonces Manuel Luelmo, el presupuesto ascendía a 3.745.327 euros y la ayuda por vivienda alcanzaba hasta los 10.000 euros.

Conforme al acuerdo, el Ministerio de la Vivienda aportaba la cantidad de 1.002.630 euros, la Junta de Castilla y León 553.500 euros, el Ayuntamiento de Fermoselle 619.412 euros y los particulares 1.569.784 euros.

El objetivo del ARI era motivar a los propietarios de los inmuebles para desterrar de las fachas y del exterior de las viviendas todos aquellos elementos que pudieran distorsionar o afear la imagen estética de una villa llamada a impresionar por su belleza y armonía arquitectócnica, y que aspira a hacer del turismo uno de los resortes económicos y sociales.

Se vieron beneficiados los propietarios de zonas como la Plaza Mayor, calle Requejo, Isidro Cabezas y los titulares de inmuebles ubicados en pleno casco histórico o "zona del antigua amurallamiento medieval". Los redactores justificaban esta intervención en que "la evolución demográfica ha sido muy negativa y la despoblación ha ido provocando el deterioro de muchas edificaciones tradicionales, llevando a muchas a la ruina". También en el empleo durante los últimos años "de materiales y elementos discordantes con la tipología tradicional".

La subvención económica para los solicitantes de mejoras alcanzaba hasta los 10.000 euros, aportados por el Ministerio de la Vivienda (6.000 euros) y la Junta de Castilla y León (4.000), corriendo el propietario del edificio con el resto de los gastos que, en algunos casos apenas superaba la subvención o lo hacía en una pequeña cantidad.

El ARI de Fermoselle terminó en manos de la Fiscalía, que archivó el caso, porque al tomar la alcaldía Alejandro Fermoselle se halló un impago de más de 300.000 euros, con uno dinero que había sido aportado al Ayuntamiento pero no hecho efectivo a propietarios que habían realizado y tenían certificada la obra. Dinero del que nunca se aclaró el destino. El propio arquitecto encargado de las certificaciones del ARI terminó en el año 2012 por abandonar el puesto exigiendo "el finiquito y los quince días de vacaciones que le quedan por disfrutar".

Ayer el Ayuntamiento de Fermoselle daba por cumplido uno de sus compromisos: saldar las deudas con los afectados.

El portavoz del grupo socialista, Miguel Ángel Prieto, afirma que el pago de esta deuda obedece a una exigencia de la oposición y añade que "fue necesario solicitar un préstamo a una entidad bancaria". Manifiesta que el Equipo de Gobierno "lo que tiene que hacer es buscar el dinero que se entregó desde las Administraciones para pagar y que nunca se supo a donde fue destinado".