La Feria de San Martino recuperó ayer el concurso de productos, tras tres años de parón, y repartió premios entre los productores con las presentaciones más lustrosas.

La entrega de premios cerró precisamente, al filo de las dos de la tarde, una mañana de feria, puestos, procesión y buen tiempo marcado por un sol radiante. Los premiados en esta enésima edificó fueron José María Fernández Rodríguez, en la categoría de artesanía; Tomás Fernández Fernández, en la categoría de nueces y castañas; Antonia Lobato e Inés Viñas en la modalidad de ajos.

Rodrigo Vega Vega recibió el premio en cebollas, una categoría que ha ganado consecutivamente en los últimos años, en una feria a la que acude desde Santibáñez de Vidriales hace tantos años "que ni me acuerdo", según expresó el galordonado.

La sequía que golpea la provincia, prácticamente no ha tenido incidencia en los pueblos de los valles por la existencia de acequias y agua de continuo, pero este cultivador reconoce que la sequía "es un lío del demonio".

El alcalde de Mombuey, Francisco Antón Rapino, trasladaba su satisfacción por haber recuperado los premios a los productores que siempre contribuyen a animar a participar, aunque ayer el alcalde estimaba que concurrieron un centenar de puestos de todo tipo.

Para próximas ediciones "a ver si podemos ampliar el número de premios" dijo. El alcalde agradeció también la numerosa representación institucional con la presencia del diputado nacional por el PP, José María Barrios Tejedor, y el senador nacional del PSOE, José Fernández Blanco, además de numerosos alcaldes y concejales.

Un recorrido por las calles de Mombuey que confluyen en las Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción regaló a la vista y al bolsillo un amplio ramillete de productos de la tierra, cebollas, ajos, pimientos, guindillas, patatas, frutos secos para abrir boca a lo largo de la mañana.

Poco corrió la moneda por los puestos, y los entendidos achacan el descenso de compras a la mala cosecha de la recolección de setas y castañas, una inyección económica para pasar el invierno que se avecina. Otros, a los precios de productos como la castaña y la nuez, de entre 3 y 4 euros las unas, y los 6 y 8 euros las otras, eso sí de apariencia gorda y lustrosa.

Y para el que tuviera la despensa llena, otro buen puñado de puestos de bacalao, ropas y complementos, o unos churros.

La procesión de la imagen de San Martino comenzó poco después de las doce y media, acto que abre los oficios en el templo de la Asunción, lleno para la celebración. El párroco José Antonio Lafuente Miñambres, celebraba por primera vez la festividad de San Martino, tras su reciente nombramiento, y en un día personalmente de gozo con el templo lleno. Ensalzó la figura de San Martín que en la proximidad de la muerte todavía apaciguó a una comunidad dividida y evocó las palabras del santo "si aún te soy útil aquí me tienes".

Los vecinos de Mombuey y la contorna de la Carballeda y Sanabria y los Valles tuvieron ayer su San Martino y sus compras de ajos finos.