La comarca natural de Aliste, Tábara y Alba cierra la campaña de recogida y comercialización de castañas de 2017 con una disminución, según los castañicultores, de hasta un 60% con respecto a un año normal. Ello ha causado graves y grandes pérdidas económicas a las familias pues, a pesar de haber muy poco producto, los precios se han mantenido bajo mínimos. Un comprador sanabrés ha sido el que más las ha pagado, hasta 1,60 euros el kilo las buenas, a 1.30 las normales y a 1 las de montón. Numerosos castañicultores reconocen que "las hemos tenido que vender a un euro y hasta a 80 céntimos, siendo conscientes que estamos perdiendo dinero, pero es que si las dejas en casa, y luego no le encuentras salida, lo pierdes todo. Ha sido un año catastrófico: sin lugar a dudas el peor del siglo XXI".