Agentes Medioambientales de la Junta de Castilla y León de la demarcación de Sanabria-Carballeda, que en la mañana del pasado domingo se encontraban de servicio de vigilancia de caza en la zona de la Laguna de los Peces, dieron de nuevo un golpe al furtivismo y, gracias a su labor, se decomisaron un arma y cinco perdices pardillas a un cazador furtivo. Practicaba la caza en Pleno Parque Natural del Lago de Sanabria y sierras.

Según informa la propia Guardería Medioambiental, "tras identificar a dos cazadores, de la provincia de León, constataron que uno de ellos portaba cinco ejemplares de perdiz pardilla ( Perdix perdix)", una especie estrictamente protegida y cuya caza está totalmente prohibida por la normativa en vigor.

Al verse descubiertos, los cazadores emprendieron una veloz huída en su vehículo, "con grave riesgo para sus vidas y la del resto de usuarios de la vía" según ponen de relieve la Guardería.

Los agentes avisaron por radio a la central de Zamora para que la Guardia Civil fuera alertada y procediese a la detención del vehículo. Siguiendo la operación iniciada "dos patrullas de la Guardia Civil lograron interceptar el vehículo en las proximidades de Galende, al tiempo que llegaban los Agentes Medioambientales al lugar.

Una vez reconocidos los dos cazadores se procedió a la denuncia pertinente e intervención del arma de uno de ellos" informan las citadas fuentes. Ponen de manifiesto que "esta actuación se enmarca dentro del operativo que todos los años pone en marcha la comarca Forestal de Alta Sanabria con el fin de controlar la caza furtiva y la mejora de las poblaciones de perdiz pardilla, ya que se trata de una especie protegida".

También subrayan que "a pesar de la falta de seguridad y los escasos medios, los agentes medioambientales continúan trabajando para la protección del Medio Ambiente y denuncian las presiones que sufren por parte de algunos infractores que les amenazan e intentan intimidarlos".

No deja de llamar la atención el hecho de que el propio sector haya mostrado una cierta voluntad de posponer este año la apertura de la caza, para permitir que las perdices recobren fuerza y energía tras una temporada de persistente sequía y, sin embargo, en algunos terrenos no solo se practique la caza sino que se ejerza por algunos desalmados del sector sobre una especie sometida a una prolongada y paciente tarea de recuperación por sus contados efectivos.

La Guardería Medioambiental de Sanabria-Carballeda hace gala una vez más de un rigor profesional en toda regla al denunciar a cazadores que no reparan en disparar contra la perdiz pardilla en uno de los contados santuarios de la especie en la región.