La práctica totalidad de los compradores foráneos que otros años animaban el mercado alistano de la castaña ni han hecho acto de presencia y ello comienza a causar una muy honda preocupación entre los castañicultores alistanos. En 2016 la escasez de producto llevó a picar entre si a mayoristas procedentes de Galicia (Orense), Extremadura (Trujillo y Cáceres), León (Ponferrada) y Portugal (Braganza, Vimioso y Gimonde), con mercado en Brasil y Suiza, e incluso llegaron desde Andalucía.

Ahora la situación parece incongruente, pues castañicultores gallegos con lazos familiares en Aliste reconocen que "en Galicia estamos ante una de las peores campañas de la historia", con una reducción de la producción de hasta el 80%: de un millón de kilos se bajará a los 200.000 kilos. En teoría la baja producción en Galicia, -comunidad que mueve anualmente un mercado de 35 millones de euros, con exportaciones a más de 40 paises- debería arrancar la subida de precios en Zamora, pero no está sucediendo. En tierras gallegas, sin embargo, sí se ha producido dicho incremento de los precios.

Una de la pocas esperanzas para Aliste está en Portugal y su comercio con Brasil, y así lo reconocen los propios alistanos y trasmontanos. El pasado martes reabría sus puertas la afamada fábrica del sector de la castaña de Braganza, principal canalizadora de la producción de la comarca de Aliste y de la vecina región de Tras Os Montes, esperándose necesite mucha materia prima, para fresco y derivados, y contribuya de esta manera a elevar su valor a unos precios justos para los productores.