Aficionados al ecoturismo y a la observación de la fauna salvaje venidos a la Sierra de la Culebra de distintos puntos del país y del extranjero se quejan de la interferencia de los cazadores en las zonas de observación, un problema que se ha experimentado en los últimos tiempos y que no para de dejar situaciones encontradas.

En concreto, este fin de semana se hizo notorio el malestar de decenas de personas que intentaban observar el lobo ibérico en la Sierra de la Culebra, circunstancia difícil además por la presencia de la niebla en la zona. Tras varias horas de observación, un cazador "disparó un tiro al aire, ni siquiera lo hizo para cazar" y puso punto y final a los esfuerzos de los aficionados de la naturaleza. "Ya nos podemos ir, el lobo no va a salir después del disparo", afirmaba uno de los expertos que guiaban los avistamientos. Los ecoturistas mostraron su queja, una más, por la "interferencia" de los cazadores en la zona. "El ecoturismo debe estar regulado, pero solo lo está la caza, por el momento", argumentaban.