El presupuesto para el mantenimiento del Parque Natural de Arribes del Duero, para los ejercicios 2018 y 2019, asciende a una cantidad de 300.000 euros, a razón de 150.000 euros por anualidad.

Los trabajos están sometidos a una serie de condicionantes medioambientales para garantizar la conservación de la avifauna, que adquiere un remarcado protagonismo.

Las actuaciones a desarrollar consisten en reparación y restauración de infraestructuras de uso público relativas a señalización, áreas recreativas, zonas ajardinadas, campamentos juveniles, aparcamientos, miradores, sendas, elementos etnográficos y arqueológicos, refugios, vallas, balizas, puentes y pasarelas. También a limpieza de las zonas, vigilancia, información, seguimiento de especies y hábitat y al control de accesos.

Medio Ambiente especifica que, si fuera necesario "se restringirá el tránsito humano al entorno de las zonas de nidificación durante su periodo de cría, la maquinaria utilizada deberá estar en un adecuado estado de mantenimiento para evitar cualquier tipo de vertido o contaminación del suelo o de los cursos de agua, y la pesada quedará restringida en las áreas de nidificación de las especies a los periodos de menor sensibilidad dentro del ciclo biológico". Además, deberán dejarse franjas de vegetación sin cortar en las orillas de las plantas y de vegetación de ribera (arbolado y matorral) en los cauces de agua. Se realizará una reserva de arbolado, que se mantendrá de forma permanente en la masa, de forma que, a medida que se prevea la necesidad de eliminar alguno de los pies que la conforman, se eligirá otro pie siguiendo los criterios adecuados.

Medio Ambiente impone dejar "pies posadero", que están ubicados "en puntos de amplio campo visual con una copa aparasolada formada por grandes ramas en la parte más alta para que puedan servir como futuras atalayas de nidificación o como posaderos de grandes rapaces". En esta categoría, precisan, "podrán incluirse los árboles secos en pies que no supongan un riesgo fitosanitario para el resto de la masa como posibles focos de plaga o enfermedad". También se habla de dejar "pies catedral", que son "los árboles con un tamaño igual o superior a 80 centímetros, con una copa bien formada y que, por sus características fisonómicas y por su ubicación, se utilicen comno lugares de nidificación o como posaderos".

Respecto a los árboles monumentales declarados como tales, se aconseja "mantener algunos pies de edades muy superiores a la madurez, dado el papel que juegan desde el punto de vista del paisaje, de la conservación de la fauna, o simplemente como indicadores de la longevidad de la especie. Igualmente se recomienda conservar en pie algunos ejemplares de árboles secos y huecos, como refugios temporales o lugares de nidificación de fauna de interés". Incluso se apunta la cifra de "uno a diez árboles, cada cinco hectáreas, siempre que no se trate de árboles atacados por plagas o enfermedades que puedan poner en peligro el estado fitosanitario de la masa circundante".

Los trabajos han de ser especialmente cuidadosos en las zonas habitadas por especies protegidas del Parque Natural, en especial el águila perdicera y la cigüeña negra, y deben "considerar todas las medidas" las actuaciones que puedan afectar a especies de quirópteros, con todo el interés en las intervenciones realizadas "en edificios e infraestructuras abandonadas o instalaciones de cerramientosen lugares que sirven de refugio a estos animales".

En el documento de la propuesta pone de manifiesto que las actuaciones previstas "son compatibles con la conservación del Parque Natural". El plazo de ejecución es de 20,5 meses y los pagos se realizarán de forma mensual.

El servicio sacado a contratación incluye la conservación, mantenimiento o reparación de elmentos como la señalización de los límites y accesos al Parque Natural de Arribes del Duero, así como dotaciones como centros de visitantes aparcamientos, miradores, merenderos, fuentes, senderos. También el mobiliario como barbacoas, mesas, bancos, vallas, juegos infantiles, puertas, casetas de basura, refugios y demarcación de plazas de aparcamiento. Igualmente las sendas, pasarelas, la recogida periódica de las basuras de los contenedores vertidos y residuos depositadas en las zonas de uso público. Asismismo se incluyen desbroces y podas de vegetación en sendas y bordes de caminos, pasos de agua, retiradas de piedras del camino y otras actuaciones necesarias "para garantizar el adecuado tránsito".

Otra labor de la empresa adjudicataria del mantenimiento del Parque Natural de Arribes consistirá en realizar siega, riegos, abonado, siembra de césped y plantación de especies de árboles en las zonas de uso público, así como sustituir las infraestructuras destruidas o deterioradas, e incluso la ejecución de nuevas infraestructuras.

Entre las prohibiciones marcadas en la propuesta está que "en las dependencias y lugares de trabajo con alto riesgo de incendio no se podrá fumar o introducir cerillas, mecheros o útiles de ignición". También queda prohibido que "el personal introduzca o emplee útiles de trabajo no autorizado por la empresa que pueda producir chispas por contacto o proximidad a sustancias inflamables"