La ausencia de lluvia mantiene a los peces boqueando en busca de oxígeno en una veintena de embalses zamoranos que aparecen bajo mínimos o en un tentempié, pero en cambio más de medio millar de aerogeneradores voltean en los cumbreros transformando en energía la fuerza de los vientos, y centenares de placas solares convierten en energía la radiación solar sin dar el más mínimo ruido en Sayago, Coreses y otros escenarios.

Fueron las sequías y la demanda las que llevaron el pasado siglo a las sociedades y al Estado voltáico a la búsqueda de soluciones en otros recursos. El mercado de la energía se rige por la generación de diferentes tecnologías -un nicho de investigación y desarrollo- que la operadora RED trata "de cuadrar", en lo tocante a la oferta y la demanda, para que un servicio tan estratégico como el eléctrico esté operativo las veinticuatro horas del día. Fuentes de la sociedad que gestiona los parques fotovoltáicos de Muga de Sayago y Coreses afirman estar dispuestos "a ampliar" sendos complejos, y critican las trabas existentes para engrandecerlos. Destacan la bonaza del presente año "porque para nosotros los años buenos son los que hace sol y frío, pues el mucho calor afecta a las pérdidas en el transporte". Ala igual que el excesivo viento paraliza la vida de los parques eólicos, cuyas aspas prefieren dejar pasar el soplo que exponerse a su rotura o descalabro. Muga de Sayago percibe anualmente 2.400 euros por el arriendo de la parcela que "Alfa Desarrollo de Sistemas" destinó a la generación fotovoltáica, más el correspondiente Impuesto de Actividad Económica.