Como consecuencia de la sequía se ha detectado en la red de abastecimiento de Villalpando una concentración de arsénico ligeramente superior a la máxima permitida por los estándares europeos de calidad del agua, por lo que se ha prohibido mediante bando municipal su consumo humano -beber o cocinar-, aunque se puede seguir empleando para labores domésticas.

Para abastecer a la población se han instalado cisternas móviles en distintos puntos del municipio. El nivel de arsénico es de 10,5 microgramos por litro, el máximo permitido es de 10 microgramos, pero no presenta riesgos serios para la salud por debajo de los 100 microgramos, según el bando.