La guardería medioambiental de la Junta de Castilla y León se ha limitado a verificar la existencia de la mortandad de peces en el embalse de Villalcampo, en el río Duero, aguas arriba de la desembocadura de Esla, considerando que es la Confederación Hidrográfica del Duero la competente para actuar en la recogida y la retirada de los ejemplares muertos.

Todas las fuentes consultadas coinciden en achacar el episodio a una falta de oxígeno de las aguas por la confluencia de causas que convierten el escenario acuático en un lugar inhabitable para determinadas especies.

Fuente de la guardería medioambiental señalan que es una mortandad que tiene "un carácter cíclico", y que es consecuencia "de la unión de una sequía, de aguas embalsadas y eutrofizadas, y de la proliferación de materia que termina por ocasionar este daño". La Asociación Zamorana para la Defensa de la Caza y de la Pesca define este episodio como "un cuadro etiológico derivado de un cúmulo de factores como la baja cantidad de oxígeno disuelto en el agua, la subida de las temperaturas, el hecho de ser Villalcampo un embalse con mucha vegetación y existencia de materia orgánicas que consume oxígeno al degradarse, al que se añaden los vertidos urbanos e industriales que porta el Duero. Todo ello metido en un cóctel al que se suma una gran densidad de peces".

Los barbos y otras especies, al contrario que las carpas, son las principales afectadas por esta situación, expresan en Azadecap, que considera que estos episodios debieran servir "para aprender" y tomar medidas en otros momentos similares o parecidos.

Algo que no parecen tener en cuenta ni la Confederación Hidrográfica del Duero, ni la Junta de Castilla y León ni, en este caso, la propia empresa hidroeléctrica Iberdrola por cuanto que es una mortandad conocida en la zona y en otros embalses.

"Si se es consciente de que es algo cíclico se pueden ver los factores contra los que se puede actuar; no sobre la presión atmosférica y la temperatura de agua, pero si sobre cantidad de agua, la biomasa, y de este modo es posible adelantarse a un colapso del ecosistema" expresan en la asociación zamorana, que vaticina que "de no cambiar la situación seguirán muriendo peces y puede agravarse la situación por los efectos de la putrefacción y de la descomposición". En su criterio, "deberían tomarse con periodicidad valores físico-químicos del estado de los embalses".

Ninguno de los alcaldes de los municipios tocados por el embalse de Villalcampo fue advertido de esta mortandad y solo se enteraron de la situación "por la prensa".

La Confederación Hidrográfica del Duero mantuvo ayer silencio sobre la situación generada y sobre las actuaciones previstas en Villalcampo.

La sequía reinante mantiene los cursos de los ríos sin apenas caudales y los embalses en una situación de escasa o nula renovación. Algunas fuentes consideran que los organismos competentes debieran prevenir estas situaciones con métodos de oxigenación u otra gestión del agua.