Gallegos del Río (Valer, Domez, Puercas, Tolilla, Lober y Flores), la mayoría de cuyos pueblos se asientan en las riberas del Aliste, Frío y Mena, es uno de los municipios con más huertas y solares urbanos y periurbanos, en su mayoría abandonados y convertidos en auténticas selvas y reinos de la maleza y la fauna. Los vecinos llevan años denunciando la situación y la proliferación de culebras, ratas y visones americanos en las calles, exigiendo al Ayuntamiento de Gallegos del Río, sin conseguir solución alguna, la aprobación y puesta en marcha de urna ordenanza que obligue a todos los vecinos a la limpieza de las fincas.