La Institución Provincial que preside Mayte Martín Pozo destinó una partida presupuestaria de 125.000 euros, de ellos casi 121.000 para el vacuno y unos 4.000 para el caprino, con ayudas máximas de 70 euros por vaca parida, 120 por toro, 90 por novilla y 7 por ejemplar de caprino.

Dado que el número de animales objeto de subvención, demasiados, no permitía alcanzar el importa máximo establecido a priori, se ha tenido que aplicar un factor de reducción del 24,90% para el bovino y 18,60% para el caprino, quedando fijadas las ayudas en 52,27 euros para las vacas (mayor o igual a dos años y nacidas antes de 2015, con cría en pureza y tener al menos un hijo inscrito en el Libro Genealógico), 90,12 para los sementales (mayor o igual a 15 meses y nacidos antes de octubre de 2015) y 67,59 para las novillas (con edades comprendidas entre os 6 y 24 meses).

Por cada cabra se abonará únicamente 5,69 euros. En este caso solamente hay cuatro ganaderos: José Francisco Fínez de Ferreruela de Tábara con 430 cabras, Ángel Carrascal de Pedro de Badilla de Sayago con 107 y Miguel Manuel Beneitez con 89 y Daniel Gejo Alcántara con 76, ambos de Fornillos de Fermoselle.

A cambio de las ayudas las ganaderías de bovino y caprino deben estar orientadas a las consecución de una producción ganadera sostenible y respetuosa con el Medio Ambiente, procurar unas condiciones adecuadas de higiene y bienestar animal y fomentar la conservación y mejora de las razas alistana-sanabresa y sayaguesa y "Aagrupación de las mesetas".