Un incendio se extendía en la noche de ayer por el cañón del Tera. El hecho de que se originara al caer la noche y que se apuntara a la existencia de cuatro focos hacía sospechar a los vecinos de la zona que se trataba de un fuego intencionado. Las llamas afectaban a los pagos denominados El Cabezo y La Cueva de San Martín.

Las dificultades orográficas de la zona y el hecho de que los medios aéreos no puedan intervenir durante la noche hacían temer anoche que el incendio se expandiera por la zona, donde trataban de operar algunos medios humanos.

Los tocones humeantes de los árboles calcinados en Figueruela de Arriba y Figueruela de Abajo evidencian el rastro de las llamas que el pasado jueves amenazaron a ambos municipios. Pese a la rápida intervención de los vecinos y los medios de extinción, el incendio declarado de nivel 2 -por entrañar grave riesgo para la población- logró calcinar el tractor de una nave agrícola, una máquina segadora y el forraje almacenado en otra explotación ganadera así como material de construcción de otra propiedad y dos pajares situados en el interior del casco urbano, a falta de conocer la totalidad de la superficie afectada, en fase de perimetración.

Aún con la voz ronca por culpa del humo, el alcalde de Figueruela Carlos Pérez se mostraba agradecido por la labor de todos los efectivos implicados en el operativo de extinción, el trato de los voluntarios de Cruz Roja que realojaron a más de medio centenar de campistas en Mahíde y el comportamiento "excelente" de los vecinos, quienes realizaron cadenas humanas para salvar sus pueblos. "Estamos cansados y afónicos, todavía seguimos con el susto, hemos tragado mucho humo", comentaba afónico.

Según el último parte oficial de la Junta de Castilla y León, un agente medioambiental, una cuadrilla especialista, una máquina buldózer y una autobomba trabajaban aún durante la jornada de ayer en Figueruela de Arriba para refrescar el terreno tratando de que no se reavivara el fuego. Un mismo objetivo perseguido por tres agentes medioambientales, una máquina buldózer, una autobomba y dos cuadrillas de tierra en el foco de Figueruela de Abajo.

El amplio operativo tuvo que intervenir el jueves en un día "especialmente complicado", según reconocía el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, Alberto Castro, quien entonaba un "¡Basta ya!" para acabar con los incendios forestales.

"Hay que hacer un llamamiento a la sensatez, a la lógica y a la precaución cuando vayamos a realizar un trabajo de campo", declaraba.

Asimismo, el delegado apostaba por la intensificación de la vigilancia en colaboración con la Guardia Civil y apelaba a la colaboración ciudadana para localizar a los pirómanos: "Tienen nombres y apellidos, son gente de la zona, entre todos tenemos que luchar por defender lo nuestro, defender nuestros pueblos y, por supuesto, defender el monte que es cosa de todos".