Sanabria amaneció ayer sumida en una espesa capa de humo generada por el incendio que lleva más de 10.000 hectáreas calcinadas en los valles de La Cabrera leonesa, y que el viento derivó hacia la cuenca del Tera. Tanto el Parque Natural del Lago como El Puente e incluso la villa de Puebla presentaban una oscuridad impensable para un día de verano soleado, donde el sol apenas si podía percibirse tras el manto de humo. Tal era la oscuridad reinante que los conductores se vieron en la necesidad de circular hasta avanzada la mañana con las luces de los vehículos encendidas. También el Lago de Sanabria fue un escenario fluvial elegido por los aviones el lunes por la tarde en Encinedo, aunque con mucha menor cadencia que en las jornadas anteriores.