Los restos hallados el pasado miércoles en Gallegos del Campo no son humanos. Así se lo confirmaba ayer la Guardia Civil a la hija de Miguel Fernández, el anciano desaparecido mañana hace justo un año, al que se otorgaban las mayores probabilidades de que los huesos fueran suyos. Aunque con las cautelas debidas, la Guardia Civil apuntaba el pasado miércoles las grandes posibilidades de que los huesos pudieran ser del anciano, lo que permitiría esclarecer un caso que vuelve a estar completamente abierto con la confirmación de los restos de origen animal.

Lucía Fernández no ha podido ocultar la decepción con la noticia recibida tan solo 24 horas después de que por fin la familia viera la luz tras un año de incertidumbre. Una frustración que la hija del desaparecido no quiere que se interprete como una crítica; "al contrario, estamos agradecidos con la Guardia Civil, que nos ha asegurado que continuarán investigando. Reconozco los esfuerzos que han hecho, igual los vecinos y todo el mundo que nos ha apoyado y ha salido a buscar a mi padre, pero estábamos muy esperanzados y para nosotros ha sido un palo muy gordo" confesaba Lucía Fernández muy abatida.

Casualmente la noticia se produce prácticamente al año de la desaparición del anciano.