"Menos fauna, más campo". A los agricultores y ganaderos de la Sierra de la Culebra se les acaban las ideas y los lemas en su batalla por el sostenimiento de la actividad agraria, cada vez más difícil debido a la expansión de la fauna salvaje "como una mancha de aceite. Ya estamos hablando de ciervos en Benavente, de invasión de corzos en Tierra de Campos, ¿también allí se quieren cargar la agricultura?" se preguntaba ayer José Manuel Soto, a la cabeza de una nueva manifestación, esta vez en Villardeciervos, en el corazón de la Sierra de la Culebra, para alzar la voz en defensa de un medio rural cada día más vulnerable.

A la "invasión" de la fauna salvaje en "nuestros pueblos, carreteras y cultivos, con una agricultura prácticamente desaparecida" -denunció el responsable de Medio Ambiente de COAG-, se suma ahora la "humillación" de que la Junta "no contemple las ayudas ZIS para la Reserva Regional de Caza de la Sierra de la Culebra". Pese a tratarse de un espacio protegido, la Consejería de Medio Ambiente no incluye el restablecimiento de estas ayudas de Zona de Influencia Socioeconómica, destinadas a compensar las limitaciones de explotación sufridas por los municipios que forman parte de los parques naturales, que sí vuelven a espacios como Arribes del Duero, el Lago de Sanabria o Lagunas de Villafáfila. "Es un atraco a mano armada" resumió José Manuel Soto durante la manifestación que reunió a más de un centenar de personas en Villardeciervos.

Soto cifró en "más de millón y medio de euros" la deuda acumulada de la Junta con los municipios de la Reserva. "El consejero Silván, flamante alcalde de León, no pagó ninguna responsabilidad por quitar las ayudas y ahora viene uno nuevo (Suárez-Quiñones) y dice estos sí y estos no. Lo que nos faltaba por ver. Pues no lo vamos a consentir, hoy es el principio de muchas protestas".

Al grito de "gente sí, bichos no", el líder sindical reclamó "respeto para la gente que estamos en los pueblos, que parece que se les ha olvidado que somos personas. Tenemos que pagar nuestros impuestos, cumplir las normas y mantener a los animales, porque somos nosotros los que les damos de comer".

Aurelio González, responsable de UPA (sindicato que con la COAG forma la Alianza, convocante de la manifestación), cuestionó la política de la Consejería de Medio Ambiente, que "lleva 40 años echando a la gente de los pueblos. La sierra de la Culebra fue el banco de pruebas de la Junta; aquí teníamos agricultura y ganadería y ahora solo quedan bichos". Abundó en la "terrible expansión" de la fauna salvaje, que llega a Benavente "con los maizales plagados de jabalíes y ciervos; los corzos campan a sus anchas por Montamarta y Tierra de Campos. Solo se piensa en proteger a los bichos a costa de echar a la gente de los pueblos".

"Nos machacan"

Aurelio González puso el ejemplo de Sesnández de Tábara, un pueblo donde "hasta hace 20 años sembraban girasol y centeno, todo ha desaparecido, no siembran ni los huertos porque se lo comen los ciervos y jabalíes".

La vida en el medio rural se complica día a día. Luis Moreno, de Cional, ha vivido en casa la experiencia de dos accidentes de tráfico provocados por la fauna. "Una vez iba mi mujer a llevar a Urgencias a uno de mis hijos de madrugada al centro de salud de Mombuey, le mandaron a Zamora y cuando iba para allá saltó un ciervo de un talud de la carretera. Y yo en otra ocasión, cuando salía para trabajar me saltaron dos ciervos y también fastidie una furgoneta. No somos personas con medios sobrados para aguantar estas cosas. Nos echan de los pueblos" se quejaba mientras apoyaba la manifestación.

Otra participante llegaba desde Folgoso de la Carballeda, quemada con el recibido de la contribución por la casa que tiene allí. "He pagado 492 euros del IBI y en Mondragón por una casa que vale tres veces más he pagado 4560 euros. Es vergonzoso, pago más contribución aquí que en el País Vasco; con estas cosas nos dan la puntilla, nos machacan".