La Asociación "Conchita Regojo", de Fermoselle, integrada por medio millar de socios y uno de los motores económicos y de fijación de población de la villa de Arribes del Duero, renovó su Junta Directiva que ha pasado a ser integrada por José Manuel Pilo Vicente, como presidente, Hermenegildo Bartolomé Marcos en el cargo de vicepresidente, Elisa Prieto Martín como Secretaria y Olvido Peños Marcos como Tesorera. Mantienen su puesto como vocales Concepción Gavilanes Pérez y María Mínguez Varas, y son nuevas incorporaciones José Manuel Miranda Robles y María Begoña García Gómez.

"La idea es dar un nuevo aire a la residencia, estimular la convivencia y mejorar, en lo que se pueda, las condiciones de vida de los asistidos y velar porque todo vaya bien", expresó ayer el presidente de la Directiva que, en realidad, lleva lustros ligados a la Asociación. La nueva Junta Directiva fue nombrada a propuesta de la anterior.

Entre los proyectos que tiene en sus manos la Junta Directiva recién nombrada está sacar adelante "la Casa Museo de la Familia Regojo".

La vivienda de la familia Antonio Regojo y su mujer Esther está ubicada en pleno casco histórico, en la calle de subida de la Plaza Mayor al Castillo. Es una iniciativa que viene de atrás y el propósito es que las personas puedan visitar los enseres, los cuadros, las condecoraciones y otros objetos o reconocimientos de una familia que realizó significativas obras sociales y desarrolló una gran labor de mecenas tanto en España como en Portugal.

Habrá una sala de exposición artística, de escultura y de pintura. José Manuel Pilo resalta el interés de la Asociación por potenciar con iniciativas y actividades "la vida cultural de la villa". "El objetivo es mantener el recuerdo de una familia que donó dinero y medios a la villa para elevar su calidad de vida" expresa Pilo.

La gestión de la residencia Conchita Regojo está en manos de Cáritas pero los inmuebles son propiedad de la Asociación que tuvo a Antonio Regojo en uno de sus principales valedores. El centro residencial salió adelante hace una treintena de años merced al dinero puesto por la Administración, que aportó más de 600.000 euros, a Regojo, que sumó casi otros 200.000 euros y a decenas de fermosellanos que donaron dinero sacándolo de donde mejor pudieron.

Es de destacar, además, que Fermoselle cuanta con el centro conocido como Don Antonio y doña Esther, creado para atender a aquellas personas que necesitan una asistencia plena. José Manuel Pilo recalca la importancia del centro residencial para la villa de Fermoselle.