Hoy sábado, a las diez de la noche y en el incomparable marco cisterciense del Monasterio de San Salvador, flamenco de altura. El flamenco zamorano trasladado al mágico contexto del siglo XII, en la capitalidad del insigne escritor Jesús Ferrero, tres cantaores con sus respectivas guitarras harán las delicias de la concurrencia. El acto está organizado por la Asociación Cultural Río Sequillo, contando con la colaboración del Ayuntamiento y de La Peña Flamenca de Zamora. Son artistas de todos de sobra conocidos. Soledad Luna, nuestra profesional del arte más reconocida, vuelve a la zona para interpretar especialmente flamenco, lo que no quita que desgrane alguna copla de su demandado repertorio. Estará acompañado por el maestro zamorano de la sonanta, el terracampino, Miguel Uña. Primera pareja de lujo. La segunda estará formada por el tándem Carrasco de Venialbo y Miguel El Churre. Carrasco, como todo el mundo sabe, es una de las grandes esperanzas del flamenco de nuestra tierra y la compañía del sabio Churre lo hace más grande. Finalmente, el cante y el toque gitano por antonomasia. Enrique de La Juana, Quique El Gitano, arropado por su tocaor habitual, el charro Adolfo Jiménez, pondrán los sonidos étnicos. El de la Juana es el único cantaor gitano de alto nivel con que contamos en Zamora. Resultando ser un auténtico privilegio por su eco de voz flamenca y también por ser cantaor cabal, tratando de profundizar en la cultura jonda para buscar las mejores fuentes. En definitiva, un atractivo plantel en un entorno de ensueño.