Villalpando vivió el día más señalado de las fiestas de San Roque haciendo honor a su vocación religiosa y dando rienda suelta a su afición taurina en los actos programados a lo largo de la jornada. Pero también estuvo presente en la atmósfera de los rituales y de actos sociales la ruptura política que reina en el municipio.

Esta disociación quedó puesta de manifiesto en la procesión con la imagen de la Virgen por las inmediaciones de la iglesia. Un acto solemne, que cuenta tradicionalmente con la presencia destacada de un completo Equipo de Gobierno, en esta ocasión solo contó con la estampa del alcalde Félix González . El resto optó por mantener la armonía de su alejamiento y optó por desaparecer de la escena y sumarse al común de la feligresía.

Era una imagen elocuente que ayer, a pesar del ambiente festivo, hizo que el espíritu político también ocupara su lugar en los comentarios de los villalpandinos en un momento en que la villa triplica el número de residentes. Nada pudo conocerse de la posición de la concejal popular Laura Grande al respecto por cuanto que optó por no coger el teléfono a pesar de las insistencias.

Los astados más o menos hechos y curtidos tuvieron un protagonismo especial en una fecha de San Roque que comenzó con el V Toro del Aguardiente a las tres de la madrugada, tras una noche musical con la actuación de "Los Rebujitos" y la presencia del DJ local "Duende Company", residente en Londres, que goza de un pleno reconocimiento local.

La jornada de ayer comenzó su verdadera andadura con el toro del alba. Fueron soltados a la plaza dos toros y una vaca que dejaron entre los aficionados una buenas sensaciones, especialmente uno de los novillos, de la ganadería de Lorenzo Rodríguez de Espioja. A pesar de las horas las reses bravas tienen su atractivo y despiertan el interés de los aficionados que tratan de aprovechar estos acontecimientos para disfrutar de con los recortes y las embestidas.

Las gran movilidad de los astados se repitió en el espectáculo programado para las 13.45 horas, conocido como "la vaca de la prueba". Este año fueron soltadas a la plaza tres vaquillas y el juego taurino se prolongó por espacio de hora y media. Fue un acto organizado correctamente, de modo que no hubo "tiempos muertos" entre unos y otros animales y los jóvenes y los espectadores pudieron disfrutar de las evoluciones y de los temperamentos sin más interrupciones que los propios del cansancio.

Como ocurre siempre que los astados bravos entran en faena, hubo momentos emocionantes y llenos de brillo, con los aficionados convertidos en cortadores cuyas valentías eran observadas y jaleadas conforme a la naturaleza de la profesionalidad o de los resultados. Fue una vaca de la prueba de gran dinamismo y movilidad, que es una de las circunstancias esperadas por los aficionados para colmar sus expectativas.

Los numerosos jóvenes y espectadores que ocupaban sus puestos tras los barrotes y las talanqueras no cesaban de incitar a los novillos y reclamarlo para que experimentar su acometividad. Fueron espectáculos sin incidentes reseñables.

La programación de San Roque prosigue hoy su curso en Villalpando con un nuevo toro del alba, a las ocho de la mañana, torito para mujeres, con premio para los tres mejores disfraces, y a partir de las 19.00 horas la capea tradicional con la suelta del XI toro de la juventud, patrocinado por Astauvi.