La fábrica de cerámicas de El Perdigón fue anoche pasto de las llamas y nada pudieron hacer por evitarlo el contingente humano que intervino en las labores de extinción con todos los medios posibles porque el fuego se propagó con virulencia y gran rapidez hasta consumir todo el edificio.

El incendio se inició hacia las 21.00 horas y algunas fuentes locales consideran que pudiera tener un origen previsiblemente provocado.

El fuego se propagó con una celeridad sorprendente hasta apoderarse de todo el edificio situado en el camino que enlaza Morales del Vino con El Perdigón. A pesar de ser una tarde-noche transparente la gran columna de humo generada por el incendio encapotó el cielo y alertó del suceso a los residentes en los pueblos cercanos debido a su enorme visibilidad. Además, a medida que pasaron los minutos y consolidándose la noche la densa humareda complicó todavía más la aproximación a la zona.

El siniestro atrajo el interés de numerosos vecinos de El Perdigón que se acercaron hasta la zona para ver cómo las llamas devoraban la estructura del inmueble y convertían en cenizas un edifico archiconocido por su función años atrás. Precisamente jóvenes de esta localidad fueron los primeros en intervenir con palas y otras herramientas en los trabajos de extinción.

Los bomberos procedieron una vez que llegaron y entraron en acción, a acotar la zona para realizar con seguridad su cometido y para evitar el acercamiento de curiosos atraídos por el espectáculo de las llamas y al conocer los pormenores del suceso.

Las llamas no consiguieron llegar al apeadero y tampoco pusieron en riesgo alguna vivienda próxima debido a la intervención de los efectivos del Parque de Bomberos que entraron en acción e impidieron que el incendio pudiera expandirse a los exteriores.

La fábrica de cerámica de El Perdigón, propiedad de la familia Fernández Mayo, lleva más de medio siglo cerrada pero mientras estuvo en funcionamiento fue uno de los motores de trabajo y de gran producción de ladrillo y otros elementos necesarios para la construcción.

El apeadero, al que parecer ser tampoco llegaron a afectarlo las llamas, estuvo en uso mientras la ruta de la Plata mantuvo su actividad y permitió que el tren prestara sus servicios de comunicación con Salamanca y Benavente

El edificio calcinado está emplazado en el camino que une las localidades de El Perdigón y Morales del Vino, que está pendiente de su mejora. La empresa inició su intervención pero decidió paralizar los trabajos por estar el suelo demasiado arcilloso.

Al cierre de esta edición los bomberos seguían trabajando en pleno rendimiento en sofocar el incendio de una fábrica cerrada pero ahora desaparecida a causa de las llamas.