Un ciervo fue hallado muerto al enredarse en la alambrada de un huerto de Folgoso de la Carballeda y es que la presencia de los venados en los cultivos es una estampa archiconocida, y los huertos son en estas fechas el maná predilecto por la abundancia de productos que ofrecen a la boca.

Los ciervos no reparan en vallas ni en otros sistemas dispuestos por los dueño para impedir el asalto de la fauna. Pero no todos consiguen salir con buen pie de sus incursiones.

El panadero de Villanueva de Valrojo, Jorge Julián Andrés Santos, tropezó el pasado viernes con un buen ejemplar muerto en la valla de un huerto de la Sierra de La Culebra al quedar enredado en la madeja de alambres y plásticos con los que se pretendía defender la plantación. "Ahora mismo la fauna arrasa con todo, y comen lo que no comían antes" expresa la fuente.

Andrés Santos se encontró con la sorprendente imagen hacia las doce de la mañana, pero el cadáver del animal seguía en el mismo sitio a las cinco de la tarde sin que nadie se hubiera preocupado de recogerlo.

No es la primera vez que el panadero halla un ciervo muerto sobre el vallado. En el mismo Villanueva de Valrojo halló hace dos años otro ciervo clavado sobre la puntas de una valla de hierro. El animal trató de saltar al interior de la finca sin sospechar el gran peligro al que se enfrentaba.

Sin una brizna de hierba que echarse a la boca en la sierra de la Culebra por los efectos de la sequía y por ser un espacio poblado de grandes masas de pino y contadas praderas, y con los campos agrícolas y ganaderos segados en estos momentos y resecos, la fauna mira con ansiedad los huertos que los vecinos mantienen verdes y bien surtidos con verduras y hortalizas, así como los árboles frutales, aunque solo tengan las hojas.

Las alambrada dispuestas en los cierres para defender las cosecha, el apetito y la cornamenta de los ciervos se aliaron para, en este caso, mostrar una estampa lamentable.