Los vecinos de Ribadelago arroparon en el Castillo a la escritora María Jesús Otero Puente en la presentación de su libro "Tráeme una estrella" incluida en las actividades del verano cultural de la villa. Otero subrayó que es una obra dedicada a los supervivientes de la rotura de la Presa de Vega de Tera y un canto de respecto al territorio y a sus habitantes. Defendió que los seres humanos "tienen los mismos derechos" tanto si proceden de una ciudad como de un medio urbano. "Son los mismos seres humanos por muy rurales que sean".

En el caso de Ribadelago ha sido uno de los pueblos que ha vivido la opresión durante siglos "ha sido el pueblo más sacrificado, menos atendido y más olvidado". Antes del año 59 era un pueblo paupérrimo, con limitadas fincas, con poco ganado, nada de dinero, pero esas personas tenían las mismas ambiciones espirituales que cualquiera y amaban la naturaleza como nadie. Esa gente "conocía hasta la última orquídea, nos criamos con el lobo, con una fauna mucho más abundante que ahora". La convivencia y el respeto era necesaria porque "si el acebo se desterraba, las cabras se quedarían sin esa hoja nutritiva".

A través del personaje principal se va conociendo su vida pero también el entorno y principalmente del pueblo. El Lago es un personaje más en esta aventura de reclamar una estrella.

"Nadie mejor que los residentes van a cuidar el medio, nadie mejor que los aldeanos que vivieron en él", de ahí que sea necesario "ponerse a su lado y de su lado" en palabras de uno de los personajes de su novela. Evocó al naturalista Félix Rodríguez de la Fuente "el hombre del medio rural es el único guardián del medio natural" pero "el medio rural agoniza".

Un libro que, como apunto el teniente de alcalde de Puebla, Pedro Castronuño Manrique, "es un libro reivindicativo y sobre todo honesto" que supera la tragedia de la rotura de la presa de Vega de Tera. Los habitantes dieron un ejemplo de "compañerismo y solidaridad porque pudieron tomar decisiones drásticas pero que continuaron trabajando dura y honestamente".

Para el arquitecto Francisco Somoza Rodríguez María Jesús Otero "cuenta la manera de vivir en este paraíso terrenal que es Sanabria". Solidaridad y sostenibilidad es "la búsqueda necesaria del equilibrio". Somoza subrayó que es un narración desde su propia vida y destacó la memoria y las vivencias apegadas al espacio de la autora "que recuerda cada paso, cada lugar, cada sitio, una pérdida, algo que le ocurrió".

Este paraíso despierta el interés en el que "todos quieren invadir y aprovecharse de él" y que conlleva una trasformación del paisaje. El "descuido" aparece como una amenaza de ese paraíso y de la sabiduría del paisano y su equilibrio en la convivencia con su entorno marcado por "su derecho" sobre el territorio, "el respeto" y la "sabiduría". La gente que sufrió la tragedia "tiene derecho a no olvidar y ser compensada".