El ganadero y biólogo ourensano, Francisco Javier Fernández Arias, abrió ayer su intervención una frase gráfica y representativa, "a los ganaderos nos cuesta mucho hacernos oír", para continuar con una exposición razonada y reflexiva de la ganadería extensiva y las medidas que reducirían la conflictividad por los ataques de lobo. Su intervención se enmarca en el programa del Festival Territorio Lobo, que termina hoy con una jornada de observación de la fauna y el desarrollo de la Galería de Artesanía en Villardeciervos y una demostración de elaboración de jabones artesanos con Atelier 7Artes de Oporto.

El cuarteto Haffner actuará en la programación de tarde, con un concierto en vivo y en la calle, para cerrar con "Cuentos del lobo y de vida" con la actriz Charo Jaular. Los participantes en el Festival pudieron contemplar la diversidad del patrimonio de esta especie, mediante la colección del biólogo Carlos Sanz.

Javier Fernández subrayó que en la relación ente entre la ganadería y el lobo "no hay nada preestablecido", lo que una explotación funciona en otra no. La cuestión se reduce simplemente a "una necesaria colaboración ganadería, administración y animalistas. Estamos en una situación de "pro" o "en contra" que no es más que el conflicto urbano-rural y un desconocimiento de la parte más baja del medio rural".

La principal medida preventiva es el uso de mastines aunque afronta el problema de que "no hay legislación para animales de trabajo" que sirva para sortear los problemas. Así su explotación ha tenido que hacer frente al pago de 1.500 euros por el ataque de un mastín a un perro de caza, en un camino y cuando no era temporada cinegética. Además la Subdelegación le impuso una sanción de 500 euros "por la ley mordaza por tener un perro de esas características sin atar". Nada más ineficaz que un mastín atado a una cadena con un radio de defensa de tres metros. Instó al colectivo a presionar "para que se regule si queremos ganadería extensiva".

El uso de burros tiene un resultado dispar, así en una explotación que los utilizó se encontró inicialmente con problemas de adaptación, y que en la primera semana se comieron el primer burro y la segunda semana el que quedaba. Es una cuestión de "ensayo y error" y no todas las explotaciones pueden aplicar las mismas medidas. Hay propuestas irrisorias como el uso de llamas, en Suiza, para alertar del lobo.

Las medidas preventivas pasan por una elección de ganado autóctono y mejor adaptado, como en su caso con raza rubia gallega, y un manejo experto como la concentración de partos y pernoctación de paridas en la nave, preferentemente para le ovino. Señaló otros depredadores que producen más bajas en periodo de partos como el cuervo y el zorro. El problema de los pastos en extensivo en estas zonas es un pasto pobre que obliga al ganadero a aprovechar amplias extensiones, con la consecuencia de "a más superficie, más posibilidades de depredación". La orografía es determinante, así en un mismo macizo al sur se producen ataques y al norte no.

Lo que no es sostenible es cerrar todo el monte y tener pastores presenciales 24 horas y 365 días al año. El lobo es un elemento que incide en los márgenes de rendimiento, aunque no el único, aunque puede haber casos puntuales. Esta una valoración que enfrenta al propio ganadero con otros compañeros de profesión.

El cercado puede ser una medida preventiva, aunque en su caso considera que es más una herramienta de gestión, pero no garantiza la ausencia de ataques. La mejor explotación que conoce el ganadero orensano de 30 hectáreas, con vallado de 1,80 metros y valla electrificada, contabilizó 41 bajas, 3 hembras heridas y una mastina atacada.

La sesión de la mañana brindó la presencia de José España, biólogo y uno de los coautores de la última publicación exhaustiva del lobo "Guía de Lobos Ibéricos". Como educador en un centro de educación ambiental, es fundamental esa labor de concienciación. Para los autores los 20 años de trabajo con lobo en semilibertad les ha permitido obtener un importante número de datos, y desde el ámbito veterinario un trabajo en profundidad "desde la punta de la nariz al rabo". Las observaciones en cautividad y semilibertad han permitido verificar comportamientos en estado de libertad, o realizar experimentos sobre la incidencia de la meteorología en las heces. También ha sido determinante descubrir una mancha en el escudete anal por la que se puede determinar el sexo del ejemplar. Se han ensayado técnicas termográficas para tratar de determinar el estado de salud de los ejemplares, la posible afección y un seguimiento, como por ejemplo la incidencia de la sarna.

Además de documentado, el trabajo aporta testimonios de expertos como la paleontóloga que descubrió la mandíbula de un lobo en las excavaciones de Atapuerca.

Ricardo Blanco, biólogo y experto en ecoturismo, apuntó que ni la Reserva de la Culebra ni el Parque del Lago de Sanabria y las Sierras de Porto y Segundera cuentan con "planes de turismo" pese a que disponen de planes de caza y de uso y gestión. El ecoturismo es una modalidad de turismo con varias vertientes como la observación de especies, el turismo activo y el esparcimiento en la naturaleza, basado en "conservación y mejora, además del bienestar de la población local". El I Congreso Nacional de Ecoturismo definió el concepto, como la visita a un área natural para "conocer, interpretar, disfrutar, recorrer y no generar impacto". En este aspecto hay que contar con todos los actos, que son los gestores, los planificadores, empresarios y sus asociaciones, agencias, población local y propietarios y turistas.