Tras cuatro días desde su inicio, el incendio provocado en Pino del Oro era controlado en la tarde de ayer por los medios de extinción en torno a las siete de la tarde después de arrasar más de 3.000 hectáreas a falta de la perimetración definitiva. En la superficie afectada aún continuaban dos agentes medioambientales, un bulldozer, una autobomba y una cuadrilla de tierra para estabilizar los "puntos calientes". Por otra parte, una negligencia provocada por maquinaria a las tres de la tarde de ayer originaba otro incendio en Nuez de Aliste que calcinaba 300 metros cuadrados de rastrojo.