El incendio originado el sábado por la mañana entre Pino del Oro y Castro de Alcañices ya no supone una amenaza. Ayer a mediodía la Junta de Castilla y León descendía su nivel de peligrosidad a 0, lo que significa que no quedan llamas en el amplio territorio arrasado. Sin embargo, no se dará el fuego por apagado mientras haya zonas en las que el suelo aún esté caliente, con materia en ignición, una situación que podría prolongarse varios días o incluso semanas, explicaba ayer el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Alberto Castro. Por este motivo ayer todavía trabajaban en la zona bastantes medios terrestres y el helicóptero de Villaralbo en labores preventivas, para que no quepa la posibilidad de que el incendio se reactive, algo cada vez menos probable teniendo en cuenta la bajada de la temperatura, que en la madrugada de ayer llegó a los 6 grados.

Aunque la perimetración del terreno aún no ha concluido, es seguro que la superficie afectada supera las 3.000 hectáreas y que una parte pertenece al Parque Natural de Arribes. El frente se extendió empujado por el viento desde los cañones del río Duero, en Pino del Oro, hasta los cañones del embalse de Ricobayo a la altura del río Aliste, cuyo cauce frenó el avance de las llamas.

No cabe duda de que el incendio fue provocado "y con la intención de hacer daño", asegura el delegado, pues "estaba muy bien pensado para conseguir lo que ha sucedido, se prendieron dos focos en una zona de difícil a acceso y sabían cómo soplaba el viento para unificar ambos focos en un frente muy grande".

Los responsables del operativo conocen desde el primer momento los lugares exactos en los que nació el fuego, dos laderas comunicadas por un camino que podría haber sido utilizado por el autor para desplazarse rápidamente. Ayer los técnicos tenían previsto acudir al lugar en busca de pistas sobre los elementos que se utilizaron para prender, pero de momento no han trascendido los resultados de la investigación.

Por otro lado, Alberto Castro recuerda que alguien "llevaba 15 días intentando causar un incendio en los alrededores de Fonfría", el 18 de julio se logró detener a tiempo un fuego en Villanueva de los Corchos, pero los mismos pirómanos pudieron aprovechar el pasado sábado unas condiciones meteorológicas favorables a sus intereses. Las últimas semanas de julio suelen ser propicias a los grandes incendios en la comarca de Aliste, tanto por los que se provocan en el propio territorio como por los que surgen del otro lado de la frontera con Portugal. Hace dos años un 20 de julio comenzaba el fuego de Latedo que calcinó más de 1.000 hectáreas de bosque.

En esta ocasión, la irresponsabilidad y la mala intención de algún criminal ha dado provocado la destrucción de cientos de hectáreas de encinares de gran valor ecológico, pues no toda la superficie quemada es monte bajo, y también puso en serio peligro a los vecinos de Pino del Oro y de Bermillo de Alba. Por ese motivo, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, volvía a pedir ayer la colaboración de los ciudadanos para dar con los culpables de esta "actuación criminal" que está penada hasta con 30 años de cárcel, pero para la que "hacen falta pruebas", según informa desde Soria la agencia Europa Press.

Una vez pasado el peligro, los bulldozer se centraban ayer en recorrer el perímetro afectado, de 30 kilómetros, mientras el helicóptero de Villaralbo lanzaba agua en las zonas de gran pendiente a las que no pueden acceder los vehículos, que de hecho eran "las más calientes", según el delegado territorial, tanto en los cañones del Duero como en los del Aliste.

Mientras tanto, en las Cortes de Castilla y León el procurador del PSOE José Luis Acebes aprovechaba para criticar la presencia del diputado nacional por Zamora Fernando Martínez Maíllo en el centro de coordinación del operativo de extinción el pasado domingo. El socialista se preguntaba "si la Junta coordina el operativo de incendios con la calle Génova".

Por su parte, la presidenta de la Diputación de Zamora anunciaba que la institución provincial atenderá las peticiones de ayuda que formulen los municipios afectados por el incendio. "Cuando se de por extinguido hablaremos con los alcaldes por si presentan daños y poder echar una mano para canalizar las solicitudes que lleguen, como se hizo en el caso de inundaciones, por ejemplo", explicó Mayte Martín Pozo en declaraciones a la agencia Ical.