Monteaba entre las jaras por un otero cercano al pueblo en la búsqueda de un lagarto ocelado, cuando veo en el horizonte lo que parecía una extraña caseta de campo, le digo a mi compañero de aventuras: ¡Ostras Pedrín, es el depósito! al acercarme reparo con asombro en que han robado la puerta, los mástiles y el alambre de la mitad del vallado.

Por la chapuza que resulta del modus operandi, sospecho que el estropicio ha sido perpetrado por un aficionado a la chatarrería. Dado el riesgo que significa para la salubridad pública tener sin protección el lugar del que tomamos después el agua del grifo, para no dar ideas, no ahondaré en la gravedad de la noticia con más detalles. Por el óxido de los arranques, el caso debió pasar hace algún tiempo. Nada diría si no fuera porque me da la impresión, que alguien ha concluido equivocadamente, que es mejor que quede así para siempre. En fin, que yo por promover el arreglo, a sabiendas que el gobierno de un ayuntamiento como este es muy complejo, creo que una vez elegidos los toros del campo de Salamanca que perderán sus orejas y rabos tras la lidia en una plaza que no se llena; corrida sufragada con 14.000 euros de dinero público, contratadas las seis orquestas de las fiestas de san Lorenzo, de la Asunción y de san Roque, ya hay pocas cosas que hacer en el año, así que ánimo y manos a la reparación.

Ahora que me acuerdo, se dijo en un pleno que este recinto del depósito, por la altura, era el sitio idóneo para capturar la señal de televisión. Al caso, puesto que hay un malestar tremendo porque no se vio la final de "Supervivientes", informaré a los vecinos desde esta cabecera de comarca, para que se les pase el disgusto, que ganó el concurso José Luis. Bueno, teniendo en cuenta que ya han pasado ocho años desde que se implantó la TDT, supongo que, con la subvención de la Diputación y un poco más que haya que poner, allá para el mundial de Rusia a lo mejor podemos ver por fin la televisión en Tábara.