Primero fue la japonesa Chisato Kuroki -que volverá a Sayago por tercera vez-, después Mami Kato y ahora un español, aunque con ascendencia artística oriental, Hanss de las Arillas, quien ha recalado en Gamones para enseñar esmaltado de Japón. Lo hace en el taller de cerámica de Nuria Martín, donde crece la semilla sembrada hace tres años que ha convertido a este rincón de la comarca de Sayago en un referente para maestros y aprendices atraídos por las técnicas del país asiático. Sin abandonar otras disciplinas cerámicas, las enseñanzas que se imparten en este pequeño taller se nutren también de las similitudes con la filosofía oriental por la conexión con la naturaleza que brinda el territorio fronterizo.

El propio profesor madrileño Hanss de las Arillas quedó prendado de Sayago cuando lo conoció de la mano de Nuria Martín y Delfín Martín. "El que prueba, repite" expresa convencido mientras imparte las primeras clases a sus alumnos y comienzan la elaboración de los cuencos de te (chawan). Un crisol humano formado por alumnos procedentes de Italia, Barcelona, Asturias, Galicia, Murcia, Andalucía o Madrid vivirá cinco días sorprendentes entre el bizcochado y esmaltado de piezas, enriquecidos por el conocimiento de un territorio inexplorado para la mayoría.

Formado en la Escuela de Cerámica de la Moncloa, Hanss de las Arillas siempre sintió atracción por los esmaltes porque son "los que visten la pieza; cuando empiezas a trabajar una pieza y la haces al torno o de forma manual, al final te puede salir algo estéticamente muy agradable pero si no la vistes bien, todo el esfuerzo se te va a traste" explica desde el taller de Nuria Martín, donde agradece especialmente que cuente con dos tipo de horno, gas y eléctrico, "que permiten hacer los dos tipos de cocciones, y eso es muy interesante".

Será el domingo, cuando se abrirán los hornos donde se cocerán las piezas esmaltadas y se podrán ver los resultados de un trabajo esmerado y creativo que en esta experiencia de Gamones se armoniza con el conocimiento del entorno, lugares de interés histórico, cultural y artístico relacionados con la cerámica y el barro. Están Moveros y Pereruela, pero también el paisaje granítico de Arribes con sorprendentes miradores al Duero. "Esta experiencia ofrece unas vacaciones diferentes para la gente a la que le gusta el mundillo de la cerámica, pues tiene la oportunidad de aprender y hacer turismo con unos paisajes increíbles" expresa Hanss de las Arillas.

La vida continúa en este pequeño taller con un nuevo curso de Chisato Kuroki en los próximos días.