"Era el mejor gaitero de esta zona y todos los gaiteros de la Lombada tuvieron la influencia de Juan Prieto". El mandaba las gaitas "tráeme una gaita igual a la tuya". Tres gaitas gastó un gaitero proporcionadas por Juan Prieto. Con estas palabras, la Escuela de gaiteros y tocadores de la Lombada reconoció el papel cultural del gaitero de Rihonor, Juan Prieto Ximeno, al que la música y músicos de la Raya rindieron un homenaje. Las fiestas de Mozos y de Navidad eran otra cosa si estaba Ximeno, el gaitero rihonorense. Al acto asistieron la viuda de Juan Prieto, Ana María Rodríguez Rodríguez, uno de sus hijos, Juan Manuel Prieto Rodríguez y su nuera María Pilar Rodríguez Montecinos. La concejala de Pedralba de la Pradería, Elvira Prieto, también participó de las actos por un doble motivo, como concejala y como sobrina de Juan.

Montes Festa, la Asociación Cultural y Recreativa de Río de Honor organizaron este homenaje dentro del Festival que promueve la candidatura de Río de Honor como una de las siete aldeas maravilla de Portugal. Y una de sus maravillas es la música de gaita de fole.

Por donde el veterano gaitero fuera a tocar, en las fiestas "De rapaces, en Navidad, eran mejor que en otros sitios". Incluso cuando en los pueblos lusos había gaiteros se procuraba traer al maestro Prieto, y la misma tarde del día 24 de diciembre, los mozos y mozas salían al encuentro y cuando le encontraban, la mocedad regresaba bailando. Cuando llegaba a la aldea hacía una ronda, para anunciar la presencia del gaitero, y de madrugada tocaba en la alborada. "Una alborada tocada por él era superior, por tanto toda esta zona de la Lombada tiene una gran influencia de la gaita de Fole". En la zona de la Lombada lusa había una gran tradición de gaiteros por motivo de las fiestas de Mozos, fiestas que se han ido perdiendo, al igual que han ido desapareciendo los gaiteros, de ahí que se creara la escuela de Gaiteros y Tocadores de la Lombada.

Los músicos de la Lombada abrieron las actuaciones donde la gaita animo a mozos y no tan mozos a volver a bailar. No hizo falta ir al camino, la plaza de Río de Honor recibió a los diferentes grupos. Tras la Lombada, intervinieron el resto de los grupos asentados en este territorio común. Una de las puestas en escena más espectaculares fue la protagonizada por los miembros de la Escuela de Gaitas de As Portelas de la Alta Sanabria, que se apoderaron de la plaza de Río de Honor. Los hermanos Tejedor, con ascendencia rihonorense y con una infancia marcada por los toques de gaita de Juan Prieto, desgranaron el folclore del norte de la península, con las influencias asturianas de su cuna. Tras ellos los alumnos de música tradicional del Conservatorio de Braganza, que recoge la tradición más ancestral y ha evitado que este rico patrimonio no se pierda y las siguientes generaciones tengan la oportunidad de aprenderlas y divulgarlas.

Otra escuela de música tradicional, con solera, la de Puebla de Sanabria interpretó la música que lleva el nombre del maestro Prieto por todos los rincones. Y como bien dijo uno de los músicos portugueses "esperemos quedar en buen lugar con Juan Prieto. La sonrisa de Ana María Rodríguez Rodríguez fue la mejor nota.