La pesca de crustáceos en los ríos alistanos fijada para este año en siete de los doce meses del año se cierra temporalmente cinco antes de lo previsto, a causa de la sequía. La fuerte ola de calor de finales de primavera y principios de verano está dejando prácticamente sin agua a la mayoría de ríos y arroyos de la comarca de Aliste lo cual, aplicando la normativa, trae consigo la prohibición de la práctica de la pesca. Estamos en plena campaña de los cangrejos Señal y Rojo de las Marismas.

La normativa de Medio Ambiente establece claramente que en el momento en que un cauce de agua, sea un río o un arroyo, deja de correr, automáticamente para salvar el cauce ecológico y por consiguiente la fauna y la flora acuática, queda prohibido tanto la extracción de agua con motores para riego como la pesca. Prohibición que quedaría sin efecto solo si los ríos vuelven a correr, algo que en la mayoría de los casos se aventura difícil antes de noviembre. La situación más complicada es la del Cebal y así lo demostró cuando dejó de correr en mayo de 2016 y no volvió a continuar su recorrido hasta febrero de 2017 cuando habitualmente se recuperaba a finales del otoño.

La situación de los ríos, arroyos y manantiales amenaza con convertirse en la peor de las últimas décadas y tanto las autoridades, como vecinos y ganaderos temen, de hecho lo aseguran, que terminará por afectar al suministro de los pueblos e incluso al abastecimiento del ganado, pues a ello se suma que las charcas artificiales que se surten de las lluvias están todas ya secas.