El abandono de la actividad agroganadera en los pueblos y la ocupación de caminos y senderos por la maleza está obligando a los vecinos a utilizar las carreteras para pasear y entrenar. El problema está en que hay lugares donde no hay arcenes o estos están llenos de maleza, por lo que los vehículos han de transitar por la calzada. Algo muy peligroso dado que al amanecer y al atardecer el sol dificulta la visión a los conductores, por los cual los sustos está al orden de día. Se aconseja utilizar chalecos reflectantes y transitar en filas de uno.