Las voces de Kawá a capela, los armoniosos movimientos de sus danzas, el extraordinario repertorio de cantos procedentes de diferentes países del centro-este de África y la espiritualidad y viveza de sus coreografías cautivaron a las decenas de personas que acudieron ayer a su cita anual con el Góspel en Peleas de Abajo. Los cuatro componentes masculinos del grupo, directores de coro en Uganda, acumulan años de experiencia musical con dos discos grabados y preparando actualmente su tercer álbum étnico.

La contundencia y sonoridad del cuarteto arrancó los aplausos y la ovación del auditorio entre el que se encontraba la corporación municipal que preside Félix Roncero y a ellos se debe precisamente la conexión directa con la ONG "Música para salvar vidas" que dirige la francesa Elisabeth Michot. Primero con la presencia y actuación de Abba Taano y ahora con Kawá Quartet que emula el prestigio y los éxitos de la formación mixta que en ediciones anteriores cantaba también en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Peleas

Kawa, que significa "café" en luganda, el principal idioma hablado en Uganda, y "bueno" en suajili, es la palabra que Elisabeth Michot, eligió para denominar a este nuevo grupo vocal integrado por Seluwu Deo, bajo, Sserunkuuma Silver, barítono, y los tenores Mukisa Patrick y Seruzzi Michael, quienes entregan lo mejor de su arte para contribuir al sostenimiento del orfanato de Kireka en Uganda y al proyecto de la organización humanitaria Musica para salvar vidas. El proyecto se creó hace 11 años con el objetivo de salvar a "unos niños que habían sufrido abusos y abandono y que cayeron en nuestras manos, sin haber pensado constituir ninguna ONG, pero las circunstancias nos obligaron a ello. Como consecuencia, tuvimos que montar un orfanato en Uganda, teniendo ahora a 30 niños que reciben una educación integral" explicaba Michot.

La música y la danza juegan un papel muy importante dentro del proyecto, por una parte, el carácter terapéutico de la música y la danza les ayuda a compensar las consecuencias de la falta de cariño y por otra, es la mayor fuente de financiación de la organización en la que también hay posibilidades de otros trabajos tras acabar la formación, bien en la enseñanza, enfermería o en la creación de negocios propios "ayudándoles a construir un futuro en su país".

Ayer la entrada era gratuita, aunque se admitían donativos al final del concierto, un dinero que ayudará a sostener de manera solidaria esta causa humanitaria que busca un horizonte mejor para los jóvenes africanos.