El aprovechamiento de los pastos a la antigua usanza por parte de los ganaderos de Fariza, reimpuesto por obligación judicial, desmantela el actual sistema implantado y defendido por la mayoría de los ganaderos locales.

Los ganaderos tratan de garantizar la separación de ganados de diferentes razas, evitar que exista mezcolanza de animales de diferentes explotaciones, incluso el contagio de posibles enfermedades sanitarias de unos ganados a otros y, además, realizar una gestión individualizada conforme a los criterios de cada ganadero .

El Ayuntamiento de Fariza ha decidido retornar a los usos y costumbres de la localidad de Fariza, y lo hace en cumplimiento de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que echó por tierra la ordenanza reguladora elaborada por el Consistorio de acuerdo con una mayoría de los ganaderos locales, pero con el rechazo de la oposición y una minoría de ganaderos, que denunciaron la regulación por considerar que vulneraba la ley y, además, llevaba un sesgo favorable a unos y perjudicial para otros.

El malestar es evidente porque no todos los ganaderos tienen las mismas razas, ni llevan con el mismo cuidado y celo la atención del ganado.

Encerrar las reses

La Alcaldía ha puesto en conocimiento de los ganaderos la nueva determinación a través de dos edictos, publicados el 1 de julio y el 3 de julio respectivamente. En el segundo se especifica que "el ganado puede pastorear en los montes en horario de salida del sol a la puesta del sol" y, además, que "no puede permanecer durante la noche en los montes, salvo que lo autorice el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León".

El incumplimiento será motivo de apertura de un expediente sancionador.

Por el primer edicto, los ganaderos de vacuno pueden pastorear libremente en todos y cada uno de los polígonos de la localidad, en horario de 9.00 horas a 22.00 horas.

Por lo que respecta al ovino, los ganaderos podrán sacar a sus rebaños a pastar en diversas parcelas de los montes públicos. También se recuerda a los ganaderos de la localidad, remitiéndose al acta de inspección de noviembre del pasado año, que los animales de distintos códigos de explotación no se mezclan, y que en caso de hacerlo animales de distintos orígenes deberá comunicarse el hecho a la Unidad Veterinaria.

El problema se agudizará cuando se den las rastrojeras tras la cosecha y todos los ganaderos traten de aprovechar prácticamente los mismos pagos. Este retorno a las costumbres del pasado choca la mayoría de los ganaderos locales, que afirman defender una ordenanza que se avenga a las nuevas prácticas. "Es absurdo. Qué saben en Valladolid. El problema está creado por cuatro de aquí" afirman ganaderos locales partidarios de una distribución separada de pastos.

La ganadera y concejala Josefa Silvo considera que "tampoco se cumple correctamente la sentencia porque el uso y la costumbre es una práctica a dos hojas, de sembrar para un lado y para el otro dejar en barbecho y, al año que viene, alternar". Señala que lo que se ha hecho es acotar diversos polígonos para las ovejas. Hoy día no solo se busca pasto, también lugares con agua donde pueda abrevar el ganado.

La situación ganadera en Fariza resulta complicada y también se reprocha que personas jubiladas tengan que seguir haciendo de ganaderos ante la ausencia u ocupación de los verdaderos titulares de las explotaciones.