La familia Lorenzo de Toro regresa a Almeida: Una saga de soñadores

Fue una jornada de recuerdo y convivencia familiar con visita, además, a la ermita de Gracia, de cuya Virgen y patrona de Sayago es un destacado devoto, así como colaborador en las ayudas de mejoras del templo. Continúa de este modo con la trayectoria de mecenas iniciada por su padre.

"Mi padre era muy devoto de la Virgen de Gracia. Yo he seguido con esa devoción y siempre la tengo muy presentes. Es un regalo de Dios" expresa Lorenzo de Toro, de 86 años, que recuerda con emoción su etapa en Almeida.

Su padre, Lorenzo de Toro, fue criado en el hospicio de Toro y luego se instaló en Almeida para trabajar en la fábrica harinera de la familia Colino (hoy día paralizada). Aquí contrae matrimonio con Isabel Aldanas y, hombre "soñador y de gran positivismo", al decir de un familiar, decidió buscar un mejor porvenir en las Américas y cruzó los mares hacia Cuba. En la isla se instaló en la pequeña localidad de Banagüises, donde salió adelante cortando caña y cuidando caballos, pero su espíritu emprendedor le llevó a montar un negocio de joyería que le permitió trasladarse a la ciudad de La Habana.

El emigrado formó una familia numerosa con sus Manuel, Carlos, Isabel, Olga y Lorenzo, que ayer comandaba orgulloso la gran comitiva familiar por los ámbitos de Almeida.

Su padre mejoró su posición estudiando óptica y siendo uno de los primeros licenciados en una profesión que le permitió encaminar su futuro empresarial con éxito. El triunfo de la revolución cubana trastocó la vida y llevó a la familia a trasladarse a Miami, donde la familia prosiguió su actividad "con emprendimiento". Hoy varios hijos regentan ópticas en Miami en tanto que han optado por otras actividades.

Espíritu emprendedor

Llegan a Almeida procedentes de Salamanca, donde Lorenzo de Toro tiene familiares por parte de la rama de Aldanas. Vienen en tres furgonetas idénticas y acompañados por el anterior alcalde del municipio Domingo Martín Aparicio.

Es una familia sólida, que arropa al octogenario en todo momento. Lorenzo de Toro, que partió a los seis años hacia Cuba saliendo del puerto de Vigo, "tras esperar seis meses a conseguir los pasajes porque no era fácil", mantiene una extraordinaria lucidez mental y hace gala de un carácter querencial. De su veta emprendedora da fe la buena marcha de las tres ópticas "de prestigio" radicadas en Miami, pero también el hecho de que fundara y lleve adelante desde hace 45 años la revista "Ideal", que define como "cristiana", pero que también tiene una remarcada impronta ideológica, con gran incidencia en resaltar las opresiones del castrismo y otros regímenes políticos similares. "Todo lo que pasa en Venezuela es dirigido desde Cuba" manifiesta Lorenzo de Toro. "Ideal", expresa en su editorial, "continuará comentando y orientando cristianamente a los lectores y, en especial, a nuestros hermanos cubanos sobre la triste situación de nuestra patria, y su nefasta influencia en Venezuela, América Latina y la Historia".

En su último número muestra en portada una foto de su mujer, María del Carmen, "compañera durante 63 años" y fallecida el pasado 22 de abril. "Durante 45 años nunca escribió ni una palabra en "Ideal". Pero sin su apoyo moral y espiritual Ideal nunca hubiera existido" escribe. Es una muerte que todavía pesa en la mente del sayagués, que alaba la belleza de Almeida.

Tras posar en la plaza del Ayuntamiento, visitan la iglesia de parroquial bajo las directrices del sacerdote Javier Fresno, que les explica con detalle el retablo y otros pormenores del templo.

Seguidamente se desplazan a la ermita de Gracia donde el propio sacerdote y el arquitecto Germán Panero ponen al corriente a la familia de las obras de restauración que se llevan adelante, consistentes en mejoras en la cabecera y sacristía del templo. Todos reparan en el gran pozo abierto ante la entrada a la ermita e inflado de leyendas, pero que no deja de ser un peligro. "Sin duda alguna Lorenzo de Toro, generoso colaborador junto a su familia de las obras de restauración que actualmente se llevan a cabo en la Ermita de Gracia, agolpará en su mente y en su corazón todas sus vivencias, ilusiones, éxitos, problemas, tristezas y alegrías que han acontecido a lo largo de una vida en la que constantemente le ha acompañado la Virgen de Gracia por la que siempre ha sentido fiel y auténtica fe y devoción y que bien ha sabido transmitir a sus hijos, nietos y sobrinos" subraya Domingo Martín, que ayer les acompañó en todo momento.

Tras disfrutar de una hermanada comida, en Torrefrades, la familia, optimista por naturaleza, celebró una misa en la ermita de Gracia.