Empezó a leer a los tres años y ya no paró. Semejante delirio literario explica mucho de lo que ha conseguido este salmantino de Casillas de Flores, criador de vacas y elevado a la fama por su exitosa participación en concursos culturales de televisión. Primero fue un fugaz paso por "Pasapalabra", "cuando no había repesca" (precisa), pero el gran salto a la fama llegó con "Saber y Ganar", donde permaneció casi un centenar de programas dando muestras de una envidiable amplitud de conocimientos. Ahora lo vuelve a intentar en "Boom", donde forma el llamado equipo "Los lobos" con antiguos concursantes de "Saber y Ganar" que se han unido en este nuevo desafío.

Esta entrevista se hizo en Zamora durante la asamblea general de Cobadú, donde el ganadero participaba como delegado de la cooperativa por la comarca de Ciudad Rodrigo. José Pinto volvía a tierra "amiga". Estudió cuatro años en la Laboral y "aquí me moceé, tuve mi primera novia" evoca el ganadero mientras acepta con buen humor continuados piropos de sus compañeros del sector.

-Allá donde va le acompaña la fama, hasta en la asamblea de Cobadú donde sus compañeros le dan ánimos.

-Soy socio de Cobadú desde hace muchísimos años y además soy delegado de la comarca de Ciudad Rodrigo, por eso he venido a la asamblea. Cobadú ofrece una gran ayuda a los ganaderos; tenemos un pienso de calidad a buen precio, nos gestiona la venta de producción y sacamos un rendimiento superior. Y además estoy encantado en Zamora.

-Parece que le ha cogido cariño a la cámara y a los concursos televisivos, ahora prueba con otro en Antena 3.

-Sí, ahora en estoy en "Boom" y antes en "Saber y Ganar" donde me tiré 98 programadas. A raíz de aquello nos conocimos los que formamos el equipo, "Los lobos". Me propusieron ir al concurso, hicimos el casting y ahí estamos, dando guerra.

-¿Cómo compatibiliza la "carrera" televisiva con el cuidado de la ganadería de vacas charolesas?

-Tengo ganadería extensiva y en esta época, como las crías están con las vacas y tengo comida y agua todavía afortunadamente en el campo, pues las puedo dejar solas. De todas formas mi amigo Eloy, que es el alcalde de mi pueblo, me echa una mano o le echa un ojo a las vacas.

-Se le intuye con un libro en el bolsillo, de otra manera no se entiende cómo ha llegado a adquirir tal nivel cultural.

-Creo que ahora ya no leo tanto, pero cuando era joven, que yo estudie en Zamora en la Laboral donde hice el BUP y COU, en aquellas épocas me tragaba como poco un libro por semana. Eso como poco, a parte de los libros de texto.

-Entonces aquí se labró parte de ese bagaje intelectual.

-Por supuesto. Y además yo le tengo mucho cariño a esta ciudad porque aquí me moceé (risas). Recuerdo muy bien cuando íbamos a la calle los Herreros a tomar nuestros vinitos y nuestras tapitas, hasta donde alcanzaba nuestro presupuesto corto de estudiantes. Aquí me eché mi primera novia y esas cosas. Fueron cuatro cursos estudiando.

-Todavía hoy no deja de ser extraña la presencia de la gente del campo en concursos culturales, ¿siente que ha contribuido a mejorar esa imagen despectiva de gente de pueblo que siempre a acompañado al agricultor y ganadero?

-Creo que sí. En ese sentido estoy muy orgulloso de haber roto alguna lanza a favor de eso. La gente urbanita piensa que la gente de pueblo somos tontos o el típico paleto de las películas de Paco Martínez Soria. ¡Hombre no!. Afortunadamente las cosas son diferentes, tan listo o tan tonto puede ser alguien de pueblo como alguien de ciudad.

-Con el carrerón que lleva en los concursos, ¿se le ha pasado por la cabeza dejar el ganado y centrarse en la tele que tantas alegrías le está dando?

-No, mi profesión son las vacas y es de lo que vivo. En fin, no se puede vivir de los concursos de televisión, pero la verdad es que entra el gusanillo. Cuando ya participas en uno, te llama a seguir y todos estos concursos de base cultural siempre me han gustado, por eso intentas participar en otro; aunque hace falta que te cojan, que es lo más difícil. En los concursos, no es lo más difícil participar, sino que te seleccionen para participar.

-¿Es tan difícil como se ve desde casa?

-Desde casa a veces me dicen, pero cómo no te supiste esta y yo digo ¿el resto te las sabías tú?, pues entonces. Hay que tener una cultura bastante variada porque te hacen preguntas de cualquier tema.

-¿Cómo se llega a tener semejante bagaje?

-No lo se, lo que te digo es que empecé a leer con 3 años y ya no paré. Siempre he tenido mucha afición por el cine y viendo cine se aprenden muchas cosas. Se van acumulando en el disco duro y a veces sale, otras veces no. Sabes que están ahí, pero no suben a la superficie.

-Se le resistió el rosco de "Pasapalabra".

-Tengo cuatro programas en mi haber, peor era cuando no había el rescate de la silla azul.; el día que te ibas, te ibas.

-¿Ha padecido el miedo escénico de la televisión?

-La verdad es que nunca he tenido ese miedo escénico, me parece absurdo; en la vida siempre tienes que controlar los nervios y tu persona, pues ahí igual. Controlas los nervios, controlas el miedo escénico y ya está.

-De agricultura y ganadería pocas preguntas ¿no?

-Raramente, aunque de vez en cuando cae la preguntita y alguna que he fallado.

-¿Como cual?

-Me preguntaron cómo se llaman los caballos que van entrepelados de negro y blanco, y yo en vez de decir tordo, que era la respuesta correcta, dije cárdeno; me fui a las vacas.

-Aunque dice que no se puede vivir de los concursos, usted sí ha ganado dinero que le habrá venido bien cuando el negocio del campo está tan complicado.

-El dinero siempre te echa una mano muy buena. "Saber y Ganar" por ejemplo es el concurso más difícil de la tele y en el que menos dinero se gana. Pero creo que todos los que vamos ahí no llevamos como objetivo el dinero, en ése concretamente, porque sería poco rentable para los viajes que hay que hacer, las sesiones larguísimas de grabación, las fatigas mentales que se lleva uno? En estos otros que se paga un poquito más, la verdad dices a ver que cae. En el que estoy ahora, "Boom", hay un bote de más de 1,7 millones de euros; es dinero, aunque sea para repartir entre cinco, cuatro del equipo más don Cristóbal Montoro (risas).

-¿Se ha permitido algún capricho con la "extra" de los concursos?

-La gente del campo que tenemos un pequeño negocio, no nos da para tener un empleado, lo trabajamos todo nosotros y no tenemos tiempo ni de viajar ni de hacer nada. A mi me encantaría viajar y patearme medio mundo, pero es que no tengo tiempo. Hago la vida normal, las ganancias económicas no han dado para tanto.

-¿Cómo lleva la fama, dejar de ser una persona anónima?

-Bien. Me paran en muchos sitios y me piden fotos. El otro día en Madrid me saludó un señor que me veía desde Chile.

-¿Qué libro está leyendo ahora?

-Un libro de relatos de Montserrat Cano que se llama "Pequeñas piezas de la gran máquina".

(La autora fue concursante de "Saber y Ganar", al igual que Pinto, probó en "Boom" con el equipo de "Las Extremis", que se llevaron un bote de 631.500 euros).