Cuarenta jóvenes de las parroquias del arciprestazgo de Sanabria y Carballeda recibieron el sacramento de la Confirmación de manos del obispo de la Diócesis de Astorga, Juan Antonio Menéndez.

El diácono presidió el domingo la multitudinaria ceremonia en el santuario de Nuestra Señora la Virgen de los Remedios, de Otero de Sanabria.

Menéndez concelebró la misa con los párrocos de Puebla y Otero de Sanabria, Muelas de los Caballeros, Requejo, Asturianos, Villardeciervos y Otero de Bodas.

El párroco de Muelas de los Caballeros, Vicente Miguélez, presentó uno a uno a los confirmandos y trasladó su "satisfacción de decir a la comunidad y al pastor de Dios que han recibido la catequización adecuada a su edad".

Los jóvenes, acompañados de sus padrinos y madrinas, aguardaron con expectación, y rodeados de familiares y amigos, el momento de la "unción" de manos del obispo.

Los miedos se superan

Juan Antonio Menéndez animó en la homilía a seguir el ejemplo de los apóstoles, en el día de Pentecostés, y "superar el miedo confiando en Dios. El miedo desaparece en el momento en que hay confianza". Todos los hombres han experimentado miedo sicológico y miedo espiritual que se supera. Monseñor contó a los jóvenes que se confirmaban una anécdota personal en uno de sus primeros destinos como párroco en Cangas de Narcea. Se quedó con un compañero a resolver un asunto y llegó tarde a casa. En la escalera de la casa encontró a un hombre con mal aspecto, con barba y melena. Del susto me quedé sin habla pero cuando el desconocido le dirigió unas sencillas palabras: ¿Padre puede ayudarme? desapareció el miedo y volvió el habla a aquel joven cura. Monseñor alentó que "los miedos se superan".

Menéndez enumeró "los miedos, que van desde la muerte al ridículo, y donde enmarcó el miedo de los cristianos a reconocerse como cristianos ante los demás".

El obispo destacó "la libertad religiosa y pido a Dios que nos la conserve porque es derecho fundamental". Pidió cristianos "valientes" para exteriorizar su fe cristiana en el trabajo, en el instituto, en la familia. Como recuerdo de su reafirmación de la fe, entregó a lo largo de la ceremonia un crucifijo a cada uno de los confirmandos. Los fieles cerraron la fiesta familiar de las confirmaciones con una Salve a la patrona de la comarca, la Virgen de los Remedios.