Las tareas agrícolas veraniegas de recogida de la cosecha, -este año adelantadas a finales de la primavera por la sequía y la fuerte ola de calor-, fueron la causa del origen del fuego que se produjo el sábado en el "Valle de Feigueirao", en la vertiente de la aldea de Petisqueira que da hacia la población española de Riomanzanas y al río Manzanas. Un granjero portugués se encontraba realizando las labores de siega de un prado, con un tractor, para recoger la hierba con que alimentar al ganado en el otoño e invierno. La escasez de hierba, apenas de una cuarta, llevó al agricultor a apurar al máximo, bajando el peine de siega a tope, en una zona con abundantes piedras, donde rozaron las cuchillas que produjeron las chispas que iniciaron el aparatoso fuego.

La actuación conjunta lusa y española logró sofocar el incendio y de esta manera solamente se quemó alrededor de una hectárea de matorral. Portugal carece de maquinaria pesada contra incendios para habilitar cortafuegos de urgencia, por lo cual el buldozer de guardia de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León fue el encargado de perimetrar la zona arrasada por las llamas para evitar rebrotes, dadas las altas temperaturas, que tan trágicas consecuencias tuvieron en Pedrogao Grande. Autoridades y vecinos de las aldeas y freguesías mostraron su agradecimiento a la ayuda recibida desde Aliste y la provincia de Zamora y como ya suele ser habitual ofrecieron en todo momento a los efectivos primero agua para beber, y pasado el gran susto, refrescos, fruta fresca y abundante comida para reponer las fuerzas.