Villlarino Manzanas, localidad perteneciente al municipio de Figueruela de Arriba, situada junto a Peña Mira, vivía ayer una histórica jornada. La iglesia parroquial de Santa María Magdalena acogía la primera boda del siglo XXI. La alegría de los niños, jóvenes y mayores no era para menos y es que ya han pasado cuarenta y cuatro años desde que los vecinos pudieron ver por última vez a un novio y a una novia caminar por las calles hacia el templo para allí convertirse en marido y mujer.

Sin lugar a dudas fue todo un acontecimiento. Para invitados y no invitados a la boda ha sido un hecho histórico y todos ellos, incluso los operarios municipales del Ayuntamiento de Figueruela de Arriba con su alcalde Carlos Pérez Domínguez a la cabeza, contribuyeron a la limpieza de "La Era" donde se instalo la carpa para el convite.

Villarino Manzanas contaba allá por 1910 con 149 empadronados y tras la Guerra Civil vivió un incesante incremento de la población hasta alcanzar los 164 residentes en 1950. A partir de ahí comenzaba la emigración, el éxodo rural hacia Valladolid, Asturias y Madrid, y en 1970 ha se había descendido a los 101 vecinos. En tan solo dos décadas se perdía casi un tercio de la población, lo que supuso el descenso poblacional más grave de la comarca alistana.

No fueron ni mucho menos mejor las cosas en los años setenta del siglo XX y allá 1981 los registrados en el padrón solamente sumaban ya 44. Diez años después, en 1991, se situaban en 35 y en 1996 en 27 vecinos.

El regreso al pueblo de los que un día se fueron, al jubilarse, supuso un alivio para el grave descenso poblacional de Villarino Manzanas. Tras cumplir con la festividad de Todos los Santos muchos jubilados optaron, como cada año, tras honrar a sus antepasados, por volver a la ciudad y las jornadas más tristes y solitarias se vivieron en la Navidad en que sólo cinco personas se quedaron a orillas del río Cabrón. Nadie se quedo en la vecina Flechas y media docena de ellos en la cercana Riomanzanas.

Con la llegada de la primavera de nuevo han regresado al pueblo muchos de ellos y vuelven a rondarse los 25 habitantes.

Cada día, al mediodía, se abre el local social situado junto a la iglesia y allí se reúnen todos los hombres, en armonía, para tomarse el vino y el pincho a la vez que analizan la situación de la vida en el pueblo, la comarca y en el país. Por la noche hacia las 21 horas, se reabren las puertas y hombres y mujeres comparten inquietudes y partidas. Sobre todo cuando hay partido de fútbol transmitido por la tele, muy en particular de la Selección de España, la favorita, pero también, del Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid.

Y Portugal esta Cerca, Villarino linda con Petisqueira, por lo cual el triunfos como los de la Eurocopa y Eurovisión se viven como algo casi propio.