El Mercado de Ganados de Villalpando presumía ayer de los mejores ejemplares de ovino de la comarca en la feria Ovicampos, la fiesta de los ganaderos de Tierra de Campos, que este año tenía cierto regusto amargo ya que el balance de la temporada es muy negativo, "un año catastrófico", coincidían los profesionales del sector que pese a todo habían desplazado hasta la villa sus ovejas, bien peinadas y aseadas, para mostrar los frutos de su trabajo.

Después de un invierno y una primavera con el cordero por los suelos, el precio en origen del lechazo comienza a subir de nuevo, pero a costa de haber reducido la oferta. Además, el precio de la leche de oveja, que es la principal fuente de ingresos para los ganaderos de Tierra de Campos, no remonta. "Llevamos un año y medio pasando penas, la temporada pasada algunos la salvaron gracias a que los costes también bajaban, pero ahora la sequía hace subir el precio del forraje y eso nos va a acabar de rematar", advertía un ganadero de Villalobos. Allí todos coincidían en que la solución pasa por "una mayor unión para plantar cara a la industria", pero "la industria lo sabe y siempre encuentra la forma para que nos peleemos entre nosotros", reconocía otro profesional de la zona.

La muestra estuvo compuesta por 44 expositores de ejemplares de las razas churra, merina, castellana negra, castellana blanca, lacaune (francesa), milchaff (alemana), awassi (siria) y assaf (israelita), la más abundante de todas. Los ganaderos procedían del propio Villalpando y de localidades cercanas como Quintanilla del Monte, Villanueva del Campo, Revellinos, Tapioles, Villamayor de Campos o Cerecinos, pero también de San Cebrián de Castro, Santa Eulalia de Tábara, Carrascal y de municipios vallisoletanos como Roales de Campos o Villabrágima. La cita atrajo además a algún tratante de ganado de fuera de la provincia que aprovechó para hacer nuevos contactos en la zona.

El alcalde, Félix González Ares, inauguró la muestra acompañado del diputados provincial de Agricultura y Ganadería, José María Nieto Vaquero, y del concejal Diosdado Manrique Granado, tras lo cual todos los asistentes pudieron degustar un guiso a base de carne de Lechazo de Castilla y León, así como el mejor queso de leche de oveja, todo regado con un buen vino de la tierra o agua muy fría para soportar el calor.