Los amantes de la astronomía y de la contemplación de las constelaciones y de las estrellas, conservacionistas y empresas de turismo de la naturaleza apuestan por una iluminación medioambiental en la presa de Almendra exenta de contaminación lumínica.

Destacan que el cielo zamorano atrae de forma paulatina, pero cada vez en mayor número, a personas interesadas en observar cielos claros y estrellados, que son imposibles en muchos puntos del país invadidos por las urbanizaciones cargadas de farolas inapropiadas. También resaltan la ubicación de la turística presa de Almendra en un espacio protegido y repleto de vida faunística sensible a la luz. Entre otras especies, habita el veloz halcón peregrino y el avión roquero, que crían casi al resplandor de las lámparas.

"La solución en la presa de Almendra pasa por luminarias respetuosas con el cielo nocturno y una mejor señalización de los viales con pintura reflectante. Hay que tener conciencia de que los cielos oscuros y la observación de las estrellas es un derecho" expresan fuentes de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de la Junta de Castilla y León. "La contemplación de los cielos limpios y estrellados es una alternativa que tiene Zamora, y hay gente que viene desde las grandes ciudades a esta provincia y les pilla de sorpresa. Sobre todo de Bilbao. Estuvimos con un grupo de bomberos y no querían tiendas de campaña mientras acampábamos a lo largo del Duero. Estaban toda la noche con ojos como platos" manifiesta Antonio Campesino, responsable de la empresa de turismo activo Zamora Natural.

El presidente de la Asociación Cielo Oscuro (Celfosc), Fernando Jaúregui, defiende como solución adecuada "la instalación de iluminación pasiva, color ámbar, instalada en las barandillas o en las márgenes de la calzada y que marcan el recorrido de la vía, así como una buena atención de la pintura reflectante". Cree que es inadecuado para espacios de especial importancia ecológica "mantener una instalación de farolas de doce metros de alto que expande la luz". "Es lo que pedimos a una compañía que se declara Verde" expresa Jáuregui.

La presa de Almendra es uno de los miradores extraordinarios de Arribes. Joaquín Tapioles, conocido como el pastor galáctico y con un observatorio en San Agustín del Pozo, destaca los negativos efectos de la contaminación lumínica en la fauna, especialmente para muchos insectos, "algunos en peligro de extinción".

Tanto Campesino como Tapioles destacan la espectacular visión astronómica que puede disfrutarse en puntos de la provincia de Zamora como la Sierra de La Culebra, Sanabria-Carballeda, Campos, Sayago y de otros escenarios provinciales no contaminados con la luz por la dispersión de las poblaciones.

La Ley de Prevención de la Contaminación Lumínica y del Fomento del Ahorro y Eficiencia Energéticos Derivados de Instalaciones de Iluminación, de la Junta de Castilla y León defiende "la protección frente a la iluminación inadecuada o excesiva que, por su resplandor o alcance, puede tener variados efectos negativos sobre el medio ambiente, además de implicar un uso irracional de un bien escaso como es la energía".

La Junta repara en la vulnerabilidad a la contaminación lumínica en suelo caracterizados por su entorno natural o su valor paisajístico o astronómico. Aunque a expensas de mucha reglamentación, la normativa repara en que las instalaciones y los elementos de iluminación diseñados e instalados deben prevenir la contaminación lumínica teniendo en cuenta aspectos como la inclinación y dirección de las luminarias, las pantallas, el tipo de lámparas, el horario nocturno, además de la gestión, el mantenimiento y la eficiencia.

Es de señalar que la normativa prohibe la iluminación directa y deliberada sobre acantilados y cortados rocosos de interés natural sobre los que se tenga constancia del reposo reiterado y significativo de aves catalogadas. En este tipo de escenarios, la Junta tiene la competente de la inspección y del control, y es calificada de infracción "muy grave" el daño grave al medio natural o causado en una zona de máxima vulnerabilidad lumínica. En este caso las multa estarían entre los 1.001 euros y los 3.000 euros.

La presa de Almendra, con 202 metros de altura en su punto más encajonado en el Tormes, y cuya coronación es un paso vial entre Zamora y Salamanca de fluido tráfico. Los usuarios reclaman mayor iluminación para evitar riesgos y peligros. Pero los amantes de la naturaleza piden, para este santuario de las aves, una iluminación respetuosa con el medio ambiente.