Cerca de medio centenar de participantes asistieron a la III edición de la Concentración Ecuestre del Lago de Sanabria, en un día veraniego, que culminó el programa en la playa de Los Arenales de Vigo, en el Lago de Sanabria. Fue el punto de encuentro para caballistas y acompañantes procedentes de lugares como El Puente, Vigo, Rabadelago, Cerdillo o San Martín de Castañeda pero también de pueblos más alejados como Muelas de los Caballeros, Anta de Rioconejos, Asturianos, Valdespino, Trefacio, Rábano o Barrio de Rábano. Los Amigos del Caballo de Sanabria y Carballeda tienen por delante la tarea de consolidar y ampliar en encuentro hípico.

La marcha arrancaba, sin prisa pero sin pausa, poco después de las once y media de la mañana desde la plaza de El Puente, para completar un primer trayecto hasta Ilanes, por la antigua vereda del ganado trashumante, por algún tramo de carretera, pero fundamentalmente por caminos tradicionales como los de Galende a Pedrazales o de Pedrazales hasta la playa. Una suavidad del terreno que los animales agradecieron después de dar repique de cascos en los tramos asfaltados. La mayor parte de la comarca ha perdido el compás que a diario marcaban el trasiego de yeguas y caballo, camino de Puebla, camino del Mercado o simplemente el deambular de caballerías de unos pueblos a otros, a las paradas.

La hora de encuentro no era muy madrugadora, aunque los preparativos comenzaban unas horas antes para la mayor parte de los participantes, como la amazonas Celia Rabanillo, que cada vez se animan más a desplegar la elegancia sobre el caballo. Poco antes de las ocho de la mañana la cuadrilla de Muelas de los Caballeros recogió a los caballos en los pastos para cargar 5 ejemplares en Muelas, otros 2 en Faramontanos y uno más en Utrera de la Encomienda. Su pasión por los caballos es más que evidente en el tatuaje en su omóplato y en el interés que pone en explicar que dentro del camión se echa hierba para que el animal no se haga daño, ni se ocasione ninguna herida durante el transporte. Irene Rodríguez, preparó uno de los mejores "peinados de crines" que destacaba la elegancia del ejemplar. Asistió acompañada con toda la familia, incluso su hijo de corta edad.

La amalgama de ejemplares se resume en un "pupurri" de razas, desde caballos españoles puros, raza inglesa pura, tres sangres, hispanobretones, anglohispano, y algunos con menos "pedigrí" pero igual de apreciados por sus jinetes. Elegantes con sus sillas, sus brocales y estribos, los caballos completaron el camino y agradecieron llegar a la explanada del Arenal. Veinticinco años de edad tiene el animal más veterano que ha participado por última vez, como señalaba su propietario, que fue un regalo de novios muy valorado y cuidado.

Reforzar los encuentros entre los caballistas, aumentar el número de visitantes y potenciar la cita con el Lago de Sanabria, son algunas de las aspiraciones de los "Amigos del Caballo". Oscar García, uno de los organizadores subrayó la participación, especialmente de los caballistas de Muelas de los Caballeros, porque la participación supone "un coste importante para ellos".

En el lago de Sanabria la presencia de los caballos despertó el interés de numerosos bañistas y vecinos de Sanabria que subieron para ver el espectáculo ecuestre.