Cuando a principios del siglo XX el arqueólogo e historiador Manuel Gómez-Moreno vio ante sus ojos el Monasterio de Santa María de Moreruela, no dudó en afirmar que se encontraba ante un "gigante" del arte peninsular. Un siglo después, el esplendor de la joya cisterciense emerge de la mano de una serie de intervenciones que -iniciadas en los años 90, cuando la Junta de Castilla y León asumió la titularidad del monumento (1993)- y que culminan en julio con la consolidación de nuevos espacios: la cilla, la sala de monjes y la sacristía nueva.

"No se trata de convertirlo en un edificio nuevo, sino de consolidar las ruinas para facilitar la visita de lo que fue el monasterio desde su importancia histórica y artística, y que a la vez dinamice el territorio con un turismo de calidad". Así lo explicaba ayer Enrique Saiz, director general de Patrimonio de la Junta, durante la visita a las últimas obras que están a dos meses de su finalización, desde su inicio en noviembre de 2016.

Con un presupuesto de 353.000 euros, el objetivo de la intervención es "la recuperación de la integridad constructiva y estructural de diversas zonas del Monasterio". Espacios que afectan a la zona oriental y norte del complejo monástico que hunde sus orígenes a finales del siglo IX, cuando San Froilán fundó un monasterio llamado de "Morerola" en la ribera del Esla que congregó a 200 monjes. Con el debate sobre su primitiva ubicación, se puede decir que el centro religioso continuó su actividad, primero con monjes benedictinos y a partir del siglo XII abrazando la regla cisterciense hasta convertirse en una de las abadías más poderosas de la Edad Media.

Las majestuosas ruinas del antiguo monasterio atestiguan aquel pasado esplendoroso que ahora se recupera con el desafío de revalorizar y promocionar el monumento sin que se vea afectada su singularidad y valor patrimonial. "Tratamos de que el edificio se conserve y muestre su belleza artística actuando desde diversos frentes, no solo desde el punto de vista de la consolidación física de los muros sino también con la eliminación de elementos añadidos, recuperación del pavimento, niveles, sellado de la cabeza de los muros o renovación de las cubiertas que se instalaron para proteger los elementos del Monasterio" precisó Enrique Saiz.

La última intervención se une a actuaciones previas como las que se llevaron a cabo en el claustro y en el ábside de la iglesia; consolidación de los muros y fábricas; o las restauraciones de la botica y la panda sur del capítulo o la recuperación de la sala de monjes.

El director general de Patrimonio consideró que la última actuación, que concluye en julio, forma parte del plan de gestión y mejora del monumento. "Moreruela ofrece una oportunidad de trabajar a lo largo de mucho tiempo. Cuando se haya actuado en todas las partes que todavía faltan, será necesario vigilar el estado de conservación y actuar continuamente; segar, mantener las cabezas de los muros, limpiar... es una tarea permanente que no acaba nunca" explicó Saiz en la visita junto al delegado de la Junta, Alberto Castro, la arqueóloga territorial, Hortensia Larrén, y el equipo técnico que dirige la intervención con el arquitecto Leocadio Peláez a la cabeza.

El plan de la Junta va más allá de la pura intervención arquitectónica. Con una cifra récord de 15.000 visitantes el año pasado, el objetivo es potenciar, a través del turismo cultural, el patrimonio como elemento dinamizador del territorio. En este caso animando a visitar "in situ" uno de los lugares "más importantes de Castilla y León desde el punto de vista patrimonial" elogió el director general. Y en ese contexto se entiende el programa "abierto por obras" que ha recibido la visita teatralizada de 700 escolares de la provincia y que tendrá su continuidad a lo largo del verano con las visitas abiertas al monasterio.

Además se han programado piezas de calle en diez pases que tendrán por escenario las calles céntricas de Zamora, "con el objetivo de animar e invitar a las 16 representaciones que tendrán lugar en el monasterio situado en Moreruela. El director general de Patrimonio anunció también una exposición itinerante "que pretende acercar el monasterio a lugares próximos como Zamora, Salamanca o Valladolid; pero también trataremos de hacer un programa paralelo con los monasterios portugueses y los que son visitables a lo largo del valle del Duero".

El proyecto cultural en torno a esta joya artística, declarada Monumento Histórico Artístico en 1931, incluye también la adaptación de la señal informativa existente en el monasterio, mediante la incorporación de un código QR que permita acceder, a modo de audioguía, a audiovisuales y recreaciones virtuales. Además se ha elaborado un audiovisual de carácter promocional con el objetivo de atraer la atención del turista hacia el monasterio, incidiendo en su relevancia económica, religiosa, social y arquitectónica.

La visita al Monasterio de Santa María de Moreruela es gratuita en horario de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 1 20.30 horas (de abril a septiembre). Y de 11.00 a 17.30 horas de octubre a marzo. Lunes y martes permanece cerrado.