Las cigüeñas blancas forman parte del paisaje urbano, donde gustan de anidar, y durante buena parte del día del paisaje agrícola a donde suelen acudir para alimentarse, en muchas ocasiones, aprovechando las labores de los agricultores,siguiendo con especial interés a los tractores y el paso de las vertederas.

Pero estas respetada aves no están libres de sufrir percances. Es lo que pudo comprobar Argimiro García, de Fresno de la Ribera, cuando halló mientras operaba en el campo a uno de los ejemplares impedido para volar por tener un ala rota.

El ave se mantuvo toda la jornada sobreviviendo sobre un terreno sembrado y repleto de pivotes de riego tratando de encontrar alimento. En sus intentos por coger vuelo "lo único que conseguía era perder el equilibrio y caerse de lado".

Sin embargo, lo que más llamó la atención del agricultor es que, posiblemente la compañera o pareja, se mantuvo en todo momento acompañando a la cigüeña herida. "Es un gesto que casi contrasta con lo que hacen algunas personas que, como dice el refrán: cuando ven la enfermedad entrar por la puerta se salen por la ventana" expresa el agricultor.

Los hechos sucedían en las parcelas agrícolas de Marialba la Baja, uno de los santuarios de la cigüeña blanca, que encuentran en el gran laboreo de la zona un territorio apropiado para criar y sacar adelante sus proles. Aunque desconoce las razones que pudieron causar la lesión al ave, el agricultores supone que pudo deberse a algún choque con alguno de los tendidos eléctricos de la zona. La zona de Marialba Baja es uno de los escenarios querenciales de la cigüeña blanca, al igual que sucede con otros puntos de la provincia como la vega de Benavente y Montamarta, o el vertedero de Zamora, a cuyas comensales delata la suciedad de sus plumajes.