La llegada del calor traerá consigo el descanso obligado de los peregrinos en sus corridos campestres lo cual acarreará la necesidad de siestas o paradas a la sombra de árboles y en praderas también utilizados por la fauna silvestre y el ganado doméstico. Expertos y hospitaleros piden extremar la precaución al iniciarse la época de reproducción de garrapatas, chinches y pulgas, uno de los grandes problemas para los albergues, tras alimentarse de la sangre de los peregrinos y viajar en sus ropas y mochilas. Se ruega dejar las mochilas en suelos de tierra y arena y nunca donde abunda la hierba. Así como comunicar la presencia de chinches, garrapatas y pulgas para evitar plagas en los albergues.