El conductor que hacía la línea de viajeros hacia el centro de Salud de Mombuey avisó a una vecina de Donado, pasadas las siete de la mañana, de que la puerta del santuario de Nuestra Señora la Virgen Peregrina estaba rota. Así se descubría la intensa actividad delictiva de los ladrones durante la noche del martes al miércoles que se pasearon provocando más daños materiales que cosechando recaudación en metálico por los templos de Donado, Muelas de los Caballeros, Justel y Quintanilla. La Policía Judicial realizó, a lo largo de la mañana, la inspección ocular y tomó muestras y huellas en los cuatro templos asaltados, tras denunciarse los robos. Las vecinas que entraron al templo se encontraron los cajones de la sacristía revueltos y desvalijados, los cepillos y limoneros reventados y los lampadarios forzados.

Tras las oleadas de robos en las iglesias desde hace tiempo no se guardan objetos de valor ni dinero. El párroco Manuel Benavides explicaba ayer que hacía pocos días había recogido el poco dinero que había en los cepillos del templo. Son más los daños ocasionados que el dinero que pudiera haber en los limosneros. Los dos lampadarios dañados son caros y los daños en la puerta de madera son importantes porque forzaron los dos paños para poder abrir los dos cerrojos de seguridad. A lo largo de la mañana, las vecinas esperaban la llegada del carpintero para arreglar la puerta y no dejar el templo abierto.

Manuel Benavides reconocía que "ya estamos curados de estos espantos" porque se han repetido los robos no solo en la comarca de Sanabria, sino en la vecina de Aliste. El párroco se lamentaba de que "las sanciones son muy pequeñas, no aprenden y saben que rápidamente están en la calle". Para el sacerdote de Donado "es una manera de vivir de quien no tiene ninguna moral ni respeto por los valores ni porque cometer un pecado contra Dios". Mal rato se llevaron los vecinos de Quintanilla y Justel cuando se encontraron las puertas de las iglesias forzadas a primera hora del día. El alcalde del municipio, Juan Adánez Vega, que estaba en Zamora llegaba por la tarde para revisar si habían sustraído algún objeto. De momento lo sustraído era el dinero de los cepillos que, como en el caso de Donado, debía ser muy poco. En la iglesia de Muelas de los Caballeros repitieron el mismo modo de actuar. La nueva oleada de asaltos a las iglesias de Sanabria y Carballeda se inició hace un mes con el robo en la iglesia de Calabor, como en su momento denunciaron los afectados.