La "añada" de 1998 de Monfarracinos despedía ayer su quintada vestida de gala y a caballo. Cuatro quintos, tres mujeres y un varón, revivían la tradicional carrera de cintas ante la mirada de cientos de familiares, amigos y vecinos que no quisieron perderse la escenificación de este rito de paso a la madurez que marca el final del "reinado" de esta generación.

Los cuatro jóvenes hicieron gala de una gran destreza como jinetes, demostrando que las horas de práctica con los caballos han valido la pena. Pasada tras pasada los quintos fueron vaciando el cajón de madera firmado con su año, 2017, sobre el gualda de la bandera nacional, a juego con la banda que todos ellos lucían sobre sus trajes tradicionales.

Una vez corridas las cintas se corrió el bollo, los quintos y sus allegados "peregrinaron" a las casas de cada uno de los jóvenes, donde las familias les invitaron a un rico refrigerio mojado con bebidas espirituosas.

A pesar de ser una quintada menguada, los jóvenes de Monfarracinos se lo pasaron en grande a lo largo de todo el puente de mayo, pues ya el viernes pudieron disfrutar de una discoteca móvil con los DJ Alefran y Diego Step, el sábado hubo un concierto flamenco a cargo de "Agüita salá" y ya de madrugada movida con DJ Piri y DJ Manuel Heart hasta altas horas de la madrugada, y el domingo se celebró el tradicional partido de solteros contra casados. Pero los actos más tradicionales se cumplieron a partir de la madrugada del 1 de mayo, con la tradicional puesta del mayo y, al amanecer, la puesta de los ramos a las mozas del pueblo. Ese mediodía se celebró la misa de los quintos.

Terminada la celebración de los quintos, la localidad ya prepara las fiestas del verano, aunque antes le toca el turno a San Isidro Labrador.