El primer paso será la constitución de una asociación provincial de productores y comercializadores para promover la iniciativa con el respaldo de las instituciones. El órgano de control una vez conseguida la IGP deberá contar con tres registros imprescindibles: productores y plantaciones de castaños, operadores-comercializadores y almacenistas en fresco, e industrias de procesado.

La solicitud y consecución en su caso de la IGP "Castaña de Zamora" llevará consigo un complejo proceso administrativo y unos costes de alrededor de 50.000 euros. Es ahí donde va a ser vital el apoyo de las instituciones. Mayte Martín Pozo mostró la disposición de la Diputación Provincial de Zamora. En este mismo sentido se postuló el Grupo de Acción Local Adata a través de su presidente, Jesús María Lorenzo Más, y la Mancomunidad de Servicios "Tierras de Aliste", presidida por Javier Faúndez Domínguez.

En Alcañices se dieron cita los alcaldes y al menos 17 ayuntamientos se muestran por la labor: los 12 de la mancomunidad "Tierras de Aliste" -Alcañices, Trabazos, San Vitero, Figueruela de Arriba, Gallegos del Río, Mahide, Viñas, Rábano, Rábanales, Samir de los Caños y Fonfría- y cinco de la Mancomunidad "Tierra de Tábara" -Tábara, Rifrío, Ferreruela, Ferreras de Abajo y Ferreras de Arriba-, que agrupan 72 pueblos.

Tras el éxito de Alcañices se celebrará una segunda asamblea en Sanabria y una tercera, ya conjunta, para crear la asociación.