Chany Sebastián

La villa tabaresa abría ayer el calendario de romerías de primavera de la Raya de Aliste, Tábara, Alba y Tras Os Montes una vez pasada la Semana Santa y coincidiendo, como manda la tradición, con el Lunes de Pascua, honrando a San Blas y a San Mamés. Las actuales imágenes de ambos santos fueron realizadas en madera por el tabarés Luis Hernández Silva.

A las 10.30 de la mañana se iniciaba la peregrinación desde la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de la Plaza Mayor hasta la ermita situada en plena Sierra de la Culebra, donde tenía lugar la santa misa oficiada por el párroco Carlos Hernández, que lo hacía por primera vez en este templo tras llegar a la villa el pasado verano. Las mujeres fueron las encargadas de entonar el Ramo antes de la Eucaristía, concelebrada por un agustino de Sesnández de Tábara que desempeña su labor en Salamanca.

Finalizada la misa -el recinto sagrado se quedó pequeño para acoger tanta gente- los devotos acudieron a hacer sus ofrendas y realizar sus peticiones de salud a San Blas, contra los males de garganta, y San Mamés, contra los de rodilla, pasándole un pañuelo por las imágenes y luego llevándolo a su propio cuerpo.

El ramo fue portado por Unai y el bollo por Víctor, la vara de San Blas y San Mamés por el alcalde José Ramos San Primitivo. Estuvo presente el vicepresidente de la Diputación Provincial de Zamora, Aurelio Tomás Fernández, y representantes de la Corporación Municipal de Tábara.

Subastas

Uno de los momentos más emotivos fue la subasta de los ramos y bollos donde, ya abajo en la pradera, los tabareses pujaron muy alto por ellos. Los bollos maimones se vendieron por unos 20 o 25 euros, pero el ramo alcanzó la cifra de 130 euros.

La jornada acompañó, pues se trató de un día de mucho sol, y ello facilitó la presencia en la sierra de la Culebra de los tabareres, tanto de los residentes como de los emigrantes, que disfrutaron a la vera de los robledales y choperas de la comida campestre y de otras actividades en un día para la hermandad y la convivencia entre generaciones, pues allí estuvieron los niños, jóvenes y mayores.

A partir de ahora, los meses de abril y mayo, se convertirán en un rosario de fiestas romeras, muchas de ellas compartidas por España y Portugal.