El peligro que supone para la seguridad vial y el tránsito de las personas el derrumbe de un muro que asegura la calzada de la carretera regional 527, que enlaza Zamora con Portugal, a través de Fermoselle, y sobre el que se asienta la acera de un barrio de la capital de Arribes, llevaron ayer al vecino más afectado por los desprendimientos de las piedras a encerrarse en el Ayuntamiento fermosellano.

José Manuel Pilo tomó la decisión de instalarse sobre una cama colocada en el pasillo, y ante la entrada al salón de Plenos, para exigir una solución a la Administración correspondiente, ya sea el Ayuntamiento o la Consejería de Fomento, titular de la vía de comunicación. Teme que en cualquier momento "pueda ocurrir un accidente o una desgracia sin que nadie asuma responsabilidades" por el desmantelamiento de un muro que le está regando la finca de piedras. Aunque su intención era en principio afincarse en el interior del Consistorio hasta ver una solución al problema, al mediodía optó por desistir y retirarse advertido de que únicamente podía permanecer en el lugar en presencia de algún concejal. Además, había sido avisada la Guardia Civil para proceder a su desalojo.

Espera del informe

Representantes de la oposición, que le han respaldado en todo momento, señalan que este abandono viene también motivado "por el rigor de la denominada Ley Mordaza" y porque Ciudadanos y PSOE han dado un plazo para conocer el informe técnico encargado por la Alcaldía. "El plazo es hasta el día 12 de abril, y si Ayuntamiento o Fomento no toman medidas tomaremos nuestras propias determinaciones" expresó ayer Miguel Ángel Prieto.

Ayer mismo fue delimitada la zona de riesgo con una valla y unas cintas, dejando la calzada de la carretera abierta a poco más de un solo carril, reforzando así una simple señal de "peligro de hundimiento".

Fue una mañana tensa, con el afectado, los representantes del Ciudadanos, del PSOE y el Equipo de Gobierno municipal, presidido por el popular Alejandro Fermoselle, tratando la cuestión con una urgencia desconocida. La Alcaldía ha solicitado un informe técnico a la Diputación provincial de Zamora para que, en el caso de tener responsabilidad en la consolidación de la pared, ejecutar la intervención.

El riesgo y el peligro que encierra esta falla en una calzada que registra un importante tráfico de turismo y vehículos pesados, con camiones cargados de gravas, leche, pienso y otros productos, es algo que verifica la población de Fermoselle. El respaldo expresado ayer por numerosos vecinos a José Manuel Pilo pone en evidencia que apoyan su determinación, llevada al extremo tras año y medio de exponer la situación a una y otra parte sin la más mínima atención al suceso. Esta semana llevó el caso, acompañado por el representante de Ciudadanos José Antonio de la Torre, ante el Servicio de Fomento de la Junta, en Zamora, y tuvo que abandonar el despacho ante el aviso al personal de Seguridad para desalojarlo.

El cierre con una valla de una de las direcciones de la C-527, en el punto del conflicto, se adopta para evitar que los vehículos causen un desventramiento mayor e incremente el riesgo en la circulación, o que las personas sufran un accidente ya que la acera está "prácticamente en el aire". Además, es uno de los trazados recorridos por las procesiones de la Semana Santa, así como la vía utilizada para el enterramiento en el cementerio de las personas fallecidas. Es de destacar, además, que el paso de Fermoselle hacia Portugal, por Bemposta, es uno de los trayectos utilizados por cientos de turistas que eligen el Parque Natural de Arribes para conocer y disfrutar de los valores de un espacio protegido elevado recientemente a Reserva de la Biosfera. Los propios fermosellanos eligen esta vía continuamente para atender las actividades agroganaderas que mantienen en el arribanzo o para disfrutar del paisaje o de los festejos remeros de Santa Cruz.